RENUNCIAR A TODO

RENUNCIAR A TODO

Renunciar a los bienes materiales adquiridos con tanto esfuerzo es difícil para la mayoría de los hombres, entre ellos los cristianos. Pero Jesucristo dice explícitamente que todo aquel que quiera ser uno de sus discípulos, debe primero renunciar a todas sus posesiones materiales, así como a sus familiares. Ante esta declaración, la persona que quiera seguir a Cristo no puede evadirla, porque los bienes materiales, así como la familia y amigos pueden ser obstáculos para que el creyente lleve a cabo con éxito el ministerio que Jesucristo le quiere encomendar. El Señor quiere a hombres y mujeres que le valoren por encima de cualquier otra cosa en este mundo, y que estén dispuestos a entregar su vida por compartir Su evangelio a todas las personas que caminan a su perdición. Esta entrega total por la causa de Cristo, hace prospero a los creyentes que deciden dejar todas las cosas de este mundo, pues al final de su camino por este mundo, obtendrán la mejor de las posiciones, que será vivir eternamente junto a su Señor. Lucas 14:33