EN SILENCIO

EN SILENCIO

La práctica filantrópica está incrementando cada vez mas en el mundo. Algunos llevan adelante esta práctica con el profundo deseo de ayudar a las personas más necesitadas, y sin ningún interés de ser reconocidos o alabados por sus acciones. Pero también existen algunas personas que llevan adelante esta práctica filantrópica, con el profundo deseo de alcanzar algún reconocimiento o alabanza de parte de los hombres. Esta clase de actitud es reprochada por Jesucristo, por eso recomienda a todos sus seguidores que si ayudan a los necesitados, que nadie sepa lo que han hecho, sino que toda obra buena sea hecha sigilosamente y en silencio. Acogiendo la recomendación de nuestro Señor, al momento de extender nuestra mano en favor de los necesitados, debemos asegurarnos de que nuestra motivación para ayudarles no sea con el deseo de recibir algún reconocimiento, sino con el profundo deseo de que ellos sientan el profundo amor de Dios, y que Él siempre va a estar pendiente de ellos de una o de otra manera. Mateo 6:3.