HUMILDAD ANTE DIOS

HUMILDAD ANTE DIOS

Cuando las personas ejercen algún grado de poder, se creen superiores, y ven a los demás por debajo de ellos. Esta manera de actuar es lo común y frecuente en este mundo, pero en cierta ocasión, un capitán romano salió de lo habitual de este mundo, y humildemente pese a su posición exaltada en el servicio militar romano, no se sentía digno de que un judío, un carpintero llamado Jesús de Nazaret, entrara bajo su mismo techo. Este capitán romano, posiblemente desconocía el contenido de las Sagradas Escrituras, pero aun así, reconoció que Jesucristo era muy superior a él en autoridad y poder. Este oficial incircunciso odiado por los judíos, reconoció algo que todos nosotros como seguidores de Jesucristo siempre debemos reconocer, que ninguno de nosotros somos dignos de recibir las bendiciones del Unigénito Hijo de Dios, razón por la cual no podemos exigirle nada a Él. Esto siempre tenemos que tener presente en nuestro corazón al momento de acercarnos a nuestro Señor y Salvador en oración. Mateo 8:8