HERIDAS PROFUNDAS

HERIDAS PROFUNDAS.

Algunas tragedias que sobrevienen a nuestras vidas, nos dejan heridas profundas en nuestra alma, y pensamos que esas heridas, aunque pase mucho tiempo, jamás se curarán. y tendremos que vivir con el dolor para siempre. Cuando los babilonios conquistaron el reino de Israel, los pocos sobrevivientes se sintieron desolados y pensaron que su nación jamás seria restaurada. Ante el dolor y la necesidad de restauración de su pueblo, el Señor en una visión llevó al profeta Ezequiel, a un valle donde se encontraban huesos de cadáveres humanos secos y le preguntó: ¿Vivirán estos huesos?, Ezequiel respondió: Señor, tú lo sabes. Entonces, Dios le dijo que profetizara sobre los huesos, para que volvieran a vivir. Ezequiel obedeció y los huesos se juntaron. A través de esta visión, Dios reveló que la restauración de la nación hebrea solo podía venir a través de Él. Aunque pensemos que las heridas del alma son incurables, Dios tiene el poder para restaurarla, y darnos nuevas alegrías a nuestra vida. Ezequiel 37:4-14.