NO ESCUCHE LAS FALSAS PROFECÍAS

NO ESCUCHE LAS FALSAS PROFECÍAS

En medio de las tribulaciones, las personas anhelan escuchar palabras de aliento, palabras de esperanza de un mañana mejor. Este mismo anhelo tenía el pueblo hebreo durante su cautiverio en Babilonia. Ellos esperaban con impaciencia alguna nueva revelación de parte del Señor en favor del pueblo, y en contra del imperio que les mantenía cautivos. En esa larga espera, de entre el mismo pueblo cautivo, se levantaron muchos falsos profetas para dar falsas esperanzas al pueblo. Ante este hecho, el Señor por medio del profeta Jeremías, envió el siguiente mensaje a todo el pueblo cautivo en Babilonia: “Yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, les advierto esto: No se dejen engañar por los profetas y los adivinos que viven entre ustedes; no hagan caso de los sueños que ellos tienen. Lo que ellos les anuncian en mi nombre es mentira. Yo no los he enviado. Yo, el Señor, lo afirmo.” Jeremías 29:8-9 TLA.

Las palabras de advertencia del Señor fueron claras y concisas para todo su pueblo. Les advirtió que no se dejaran engañar por sus compatriotas que anunciaban falsas profecías, porque las palabras que profetizaban, eran simples mentiras inventadas por sus turbios corazones. Además, les afirmó que Él no había enviado a estos hombres para que profeticen en Su nombre. Con estas palabras, Dios desenmascaró a los que habían afirmado tener nuevas revelaciones de parte del Señor, y no solo eso, sino que también los desacreditó en frente de todo el pueblo. Dios desenmascarará y desacreditará a todo aquel que se atribuya tener nuevas revelaciones de parte Suya, porque a Él, no le agrada los hombres que engañen con falsas palabras, o profecías que nunca han salido de Su boca.

Hoy en día, entre los seguidores de Cristo, hay algunas personas que anhelan escuchar nuevas profecías de parte del Señor, porque ya no están conformes con las revelaciones que se encuentran en las Sagradas Escrituras, ante este anhelo, han surgido personas que afirman tener nuevas revelaciones de parte del Señor. Con estas nuevas enseñanzas, confunden y cautivan a las personas que no han alcanzado una adecuada madurez en Cristo. La misma advertencia que dio el Señor al pueblo hebreo en el pasado, la da a los cristianos inmaduros de la actualidad. El Señor advierte a los creyentes para que no presten oídos a las mentiras de los falsos profetas, apóstoles o adivinos que puedan decir que tienen nuevas revelaciones de parte del Señor para la vida cristiana actual. Todas las revelaciones ya fueron dadas por Dios en el pasado a sus profetas y apóstoles, las cuales se encuentran grabadas en la Biblia. Cualquier profecía que anhelemos de parte del Señor para nuestras vidas, la podemos encontrar en las Sagradas Escrituras. Porque la Biblia, es la única y verdadera revelación dada por el Señor a la humanidad, aparte de ella, no existe ni existirá jamás otra revelación.