DE TODO CORAZÓN
DE TODO CORAZÓN.
A pesar de que el pueblo de Israel se encontraba cautivo en territorio babilonio, no debía desesperarse, porque tenía la presencia de Dios que lo acompañaba, listo y dispuesto para obrar en su favor. Por eso, en medio de ese cautiverio, el Señor le prometió que si lo buscaba de todo corazón, Él, escucharía sus oraciones y le liberaría del cautiverio, llevándolo nuevamente de regreso a la tierra que les había dado a sus antepasados como posesión perpetua. Al igual que el pueblo hebreo, nosotros no debemos desesperarnos cuando nos encontremos en situaciones difíciles y complicadas, porque en esos momentos para nada agradables, siempre tendremos la presencia de Dios cerca de nosotros, dispuesto para ayudarnos a salir de esa situación. Con la seguridad de la presencia de Dios, podemos acudir confiadamente a Él en oración cuando estemos atravesando dificultades, pero esa búsqueda, debe ser de todo corazón, caso contrario, no veremos la respuesta de Dios a nuestras súplicas. Jeremías 29 12-14