NUEVAS FUERZAS

NUEVAS FUERZAS

Cuando alguien nos hace una promesa, todos sin ninguna excepción, anhelamos ver el cumplimiento de esas promesas lo antes posible. Cuando tarda el cumplimiento de las promesas que nos hicieron, nos impacientamos y muchas veces llegamos a pensar que las promesas no eran reales, y que la persona que nos hizo la promesa solo estaba mintiendo. Este sentimiento tuvo el pueblo hebreo cuando no vio el inmediato cumplimiento de las promesas hechas por el Señor. Ante la impaciencia de sus compatriotas, el profeta Isaías trató de que ellos no pierdan la confianza en el Señor y les dijo: “pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse.” Isaías 40:31 TLA.

La impaciencia es algo tan natural en la vida de los hombres, por nada del mundo nos gusta esperar por algo, todo queremos que sea ya, y de inmediato, mucho más cuando nos hacen una promesa, porque el esperar, nos lleva a la duda y al desaliento aún más cuando pasa un largo tiempo. Algunas de las promesas realizadas por el Señor a los hombres, no tienen el cumplimiento inmediato, tienen que pasar un cierto tiempo para que esas promesas sean cumplidas. A pesar de que el hombre sea impaciente, el Señor no va a cambiar el tiempo determinado para el cumplimiento de esas promesas, porque los tiempos del Señor son perfectos y los tiempos de los hombres no lo son.

Para ver el cumplimiento de las promesas del Señor, es necesario de que el creyente no se desaliente, sino que sea paciente, y la paciencia para esperar solo lo podrá tener si mantiene su confianza en el Señor. La confianza en el Señor es la base para no desalentarse, porque tendrá nuevas fuerzas para seguir esperando por el cumplimiento de las promesas. Solo Dios ayuda y fortalece al desfallecido y cansado, renovándole de nuevas fuerzas, por eso, todo aquel que confía plenamente en Él, podrá esperar muchos años por el cumplimiento de Sus promesas, pero en esa larga espera, no se cansará ni se fatigará porque tiene la seguridad que a su debido tiempo vera su cumplimiento.

Confiar en el Señor, es saber que su fuerza prometida nos ayuda a levantarnos por encima de las confusiones y dificultades de la vida. Esto nos ayuda a estar preparados para cuando Él nos hable. Entonces seremos pacientes cuando nos pida que esperemos el cumplimiento de las promesas que se encuentran en su Palabra. Si anhelamos ver el cumplimiento del Señor en nuestras vidas, no dudemos de su palabra, más bien, confiemos plenamente en Él, y el Señor nos dará nuevas fuerzas y la fortaleza necesaria para esperar pacientemente por el cumplimiento de Sus promesas.