EL SEÑOR ES UNA TORRE DE REFUGIO

EL SEÑOR ES UNA TORRE DE REFUGIO.

ISAÍAS 25:1 Oh SEÑOR, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios. ¡Tú haces cosas maravillosas! Las planeaste hace mucho tiempo, y ahora las has realizado. 4 Oh SEÑOR, tú eres una torre de refugio para los pobres, una torre de refugio para los necesitados en su angustia. Eres refugio de la tempestad y amparo del calor. Pues los actos opresivos de la gente despiadada son como una tormenta que azota los muros. NTV.

Es fácil para el hombre pasar por alto la magnificencia y el poder del eterno Creador, porque el hombre debido a su ceguera espiritual, no es consciente de todas las cosas que Dios realiza día tras día en favor de toda la humanidad. Si el hombre se diera cuenta de todas las bendiciones que recibe a lo largo de su vida, tendría muchas razones para alabar y glorificar el Santo nombre del Señor. Desde el momento que inició la creación de este mundo, el eterno Creador, día tras día realiza grandes y maravillosos milagros en favor de toda la humanidad. Él, jamás ha descansado, siempre ha estado obrando en la vida de las personas y cumpliendo minuciosamente cada uno de sus planes. Por eso merece que toda la humanidad lo glorifique, y alabe Su Santo nombre por toda la eternidad.

Ningún hombre podrá alcanzar la magnificencia y el poder del eterno Creador, nadie podrá igualar lo que el Señor ha hecho en favor de toda la humanidad. El intelecto humano ni siquiera está en la capacidad de concebir como el Señor cada instante está pendiente de su vida. Solo una mente regenerada por Su poder, puede concebir que el Señor es quien lo cuida y protege de todos los peligros, y que todas las cosas que se suscitan en este mundo están bajo su control y autoridad. El profeta Isaías con una mente renovada y transformada, entendió este principio. El profeta entendió que el Señor de los ejércitos Celestiales es Quien hace que todas las cosas sucedan en este mundo, y que Él lo planificó minuciosamente desde un principio, que por eso, todo es asombroso y maravilloso.

El eterno Creador, no planifica sus acciones conforme avanza la historia de la humanidad, Él planificó todo desde un principio y todo se va cumpliendo como avanza el tiempo, nada lo dejó al azar o al destino como muchos hombres piensan. Dios nunca hace las cosas a medias. Su proyecto era tan importante que lo ideó con gran cuidado y con mucha anticipación. El primer anuncio de su plan le fue dicho a los primeros habitantes de este mundo cuando cayeron en pecado en el huerto de Edén. En su angustia y desesperación, necesitaban saber el plan que Dios tenía para liberarlos de la desobediencia. Pero el Todopoderoso no decidió en ese momento lo que iba a hacer después de que Adán y Eva habían pecado; él ya lo sabía aun antes de que ellos desobedecieran: “antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4).

Isaías también reconoció que el Señor es una torre de refugio para los pobres, una torre de refugio para los necesitados en su angustia. Un refugio para guardar de las tempestades como de las opresiones de las personas perversas y despiadadas. Dios en su soberanía, no solo planificó todo lo que se iba suscitar en el mundo, sino que también planificó que en medio de una persecución, angustia, aflicción, dolor, o necesidad, el hombre podría acudir a Él para buscar resguardo, refugio, protección, consuelo, ayuda y sustento. El Señor es la torre donde todo hombre puede encontrar el auxilio y el pronto socorro para todas sus necesidades y aflicciones. Él es quien sustenta al pobre y menesteroso, además, libera al inocente de las manos opresoras de los perversos y malvados. Por eso y mucho más, el Señor merece ser alabado y glorificado por toda la eternidad.

Queridos hermanos. El profeta Isaías alabó y glorificó el Santo nombre del Señor y reconoció que Él era su Dios, por todas las obras maravillosas que hace, y comprender que todas las cosas se cumplen de acuerdo a los planes que Él había establecido mucho antes de la creación del mundo. Además, porque Él era la torre donde puede acudir el hombre en busca de refugio, resguardo y sustento. Ante estos hechos asombrosos del Señor, todo el mundo debería reconocerlo como su Dios, alabar y glorificar su Santo nombre al igual que lo hizo el profeta. Hermanos. Todas las cosas que nos pasan en la vida, están bajo el control del Señor, por eso no debemos angustiarnos cuando se nos sobrevienen persecuciones injustas, enfermedades o necesidades, ante cualquier dificultad como esas, podemos acudir confiadamente ante su presencia. Porque el Señor es nuestro refugio, en Quien podemos encontrar ayuda y pronto socorro para todas nuestras dificultades. Reconozcamos de todo corazón que el Señor es nuestro Dios, Alabemos y glorifiquemos su santo nombre por la eternidad.