DEJEMOS DE NEGAR A CRISTO

DEJEMOS DE NEGAR A CRISTO.

Una pregunta sencilla para que reflexionemos: ¿En el tiempo que llevamos de haber aceptado a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador, alguna vez en presencia de nuestros amigos o familiares lo hemos negado? La mayoría, afirmaríamos no haber negado a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador. Pero será cierto que nunca hemos negado a Cristo, o será una simple falacia para no quedar mal en presencia de otros cristianos. Cuando escuchamos la frase: “negar a Cristo”, rápidamente se nos viene a la mente, la negación del apóstol Pedro. “Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera en el patio. Una sirvienta se acercó y le dijo: Tú eras uno de los que estaban con Jesús, el galileo. Pero Pedro lo negó frente a todos. No sé de qué hablas le dijo.” Mateo 26:69-70 NTV.

Negar a Cristo, es un pecado que solo los cristianos podemos cometer, ya que los inconversos cuando dicen no conocer a Dios, simplemente están diciendo la verdad. La mayoría de cristianos, tenemos un mal concepto de negar a Cristo, pues creemos que negar a Cristo es declarar abiertamente no ser cristianos, tal como declaró Pedro, cuando le preguntaron si era uno de los discípulos. Pedro abiertamente negó ser uno de sus seguidores. Con esta negación el apóstol afirmó que no conocía a Cristo. Negar a Cristo no solo es declarar abiertamente no ser cristiano, negar a Cristo es también no compartir su palabra con las personas.

Cuando Pedro declaró que no era discípulo de Jesús, presentó su renuncia al oficio apostólico. Ya no era discípulo de Jesús, había repudiado públicamente a su Señor y Salvador. De la misma forma, si una persona declara abiertamente no ser cristiano, ni comparte las buenas nuevas de salvación, ha repudiado públicamente a Cristo, y ha puesto en peligro su fe y su salvación. Tal vez, no hayamos declarado abiertamente no ser cristianos, pero, si no hemos compartido el evangelio con las personas que han estado cerca de nosotros, al igual que el apóstol Pedro, hemos negado a Cristo. Dejemos ya de negar a Cristo, y empecemos a compartir su palabra a nuestros amigos, familiares y a todas las personas que están cerca de nosotros.