GUARDA TU CORAZÓN

GUARDA TU CORAZÓN.

PROVERBIOS 4:10 Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida. 13 Aférrate a mis instrucciones, no las dejes ir; cuídalas bien, porque son la clave de la vida. 21 No las pierdas de vista… 23 Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida. NTV.

Cuando apreciamos alguna cosa en particular, lo cuidamos como lo más valioso que poseemos. Lo guardamos cuidadosamente en un lugar seguro para que no se estropee por el polvo, o para que nadie se lo lleve. En ocasiones, llegamos al punto de atesorar las cosas materiales más que a nuestra propia vida. Cuando eso sucede, somos vulnerables a tropezar y cometer errores funestos con consecuencias fatales para nuestra vida. Para prevenir esas consecuencias, debemos guardar muy bien lo más apreciado que tenemos, que es nuestro corazón.

Para la cultura hebrea, el corazón era lo más importante del cuerpo humano, pues creían que de él fluía todos los deseos y sentimientos que determinaban el rumbo de los hombres. Con esta percepción en mente, Salomón instruye a todos los hijos de Dios para que cuiden su corazón. Además, para afianzar su instrucción, añade que si escuchan sus instrucciones tendrán una buena y larga vida. El cuidado que nos pide Salomón, es que mantengamos nuestro corazón libre de deseos perversos, como los deseos de hacer maldad a nuestro prójimo, o los deseos de infringir la Palabra de Dios. Además, nos advierte para que pongamos límites a esos deseos perversos y no vayamos detrás de ellos. Todo aquel que vaya tras esos deseos, es más que seguro que su vida será enrumbada a la perdición y a la condenación eterna.

Para que nuestras vidas no se enrumben a la perdición, Salomón nos pide que nos concentremos en los deseos que nos mantengan en el buen camino y afectos que nos lleven hacia la dirección correcta. Si albergamos en nuestro corazón, el amor a Dios y al prójimo, y deseos de obedecer y practicar juiciosamente las instrucciones que se encuentran en las Sagradas Escrituras, es más que seguro que nos dirigirán por el camino correcto de la salvación y la vida eterna. El amor y la obediencia, es lo que espera el Señor de todos sus seguidores para que no vayan a la condenación al igual que todos los inconversos

El corazón es la base para enrumbar la vida del hombre, si quiere enrumbar su vida a la condenación, o su vida a la salvación. El hombre es quien toma la decisión de a dónde quiere ir después de que muera. Si quiere ir a la presencia de Dios, entonces cuidará su corazón como lo más valioso que tiene, para que su corazón no se contamine con la inmundicia del pecado. Pero si quiere ir a la condenación, seguirá adelante disfrutando de los placeres y deleites que ofrece este mundo, satisfaciendo todos los deseos de su naturaleza carnal.

Queridos hermanos, Todo aquel que atienda a los consejos del sabio Salomón, tendrá una buena y larga vida. Porque sus instrucciones son la clave para que lleven una vida integra e intachable en conformidad a la voluntad de Dios. El creyente que quiera enrumbar su vida por el camino que le conduce a la salvación, debe aferrarse muy bien a las instrucciones dadas por Salomón y no perderlas nunca de vista, porque en el mínimo descuido, al corazón pueden entrar los deseos perversos de la vieja naturaleza pecaminosa y llevarle a la condenación eterna. Hermanos, cuidemos nuestro corazón como lo más valioso que tenemos, no permitamos que los malos deseos se apoderen de ella. Ante cualquier sentimiento perverso que venga, clamemos al Señor para que nos ayude y nos libere de esos sentimientos. Cada instante de nuestra vida, tengamos saturado nuestro corazón con el amor a Dios, con el amor a nuestro prójimo y con la preciosa palabra de Dios, así no habrá lugar para que algún sentimiento perverso se aloje en nuestro corazón.