ATA A TU CUELLO LA LEALTAD Y LA BONDAD

ATA A TU CUELLO LA LEALTAD Y LA BONDAD.

PROVERBIOS 3:1 Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón. 2 Si así lo haces, vivirás muchos años, y tu vida te dará satisfacción. 3 ¡Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón. 4 Entonces tendrás tanto el favor de Dios como el de la gente, y lograrás una buena reputación. NTV.

El sabio Salomón hizo un llamado a todos los jóvenes de su reino, a que escuchen atentamente cada una de sus instrucciones, y las guarden en lo más profundo de sus corazones, ya que sus enseñanzas les podían ayudar a tener una vida prolongada y satisfactoria, libre de problemas o situaciones adversas. Esta recompensa prometida por Salomón a los que sigan sus instrucciones, son las recompensas que fueron prometidas por Dios en el Antiguo Testamento a los israelitas que observasen la Ley, y que coincide con el habitar la tierra. Cuando la vida individual y familiar está regulada por las enseñanzas de la sabiduría, reina la paz entre todos sus miembros, y ello lleva consigo la felicidad’ y la prosperidad.

En sus instrucciones, Salomón exhorta a sus pupilos para que por ningún motivo abandonen la lealtad y la bondad, más bien, que estas dos cualidades estén profundamente arraigadas en sus vidas, para que se dirijan bajo ellas en todas sus acciones. La lealtad y la bondad de las que habla Salomón, significan perfección moral en las relaciones de Dios para con el hombre, del ser humano para con Dios, de los seres humanos entre sí. El hombre es llamado a ser leal y bondadoso no solo con Dios, sino también con su prójimo. Además, les instruyó para que estas cualidades estén presentes en sus vidas como si estuvieran atadas a su cuello.

La lealtad y la bondad son dos cualidades importantes del carácter humano. Ambas cualidades involucran acciones, así como también actitudes. Una persona bondadosa no solo siente amor, además actúa con lealtad y responsabilidad hacia su prójimo. A pesar de ser importantes, en la actualidad, en la gran mayoría de las personas, solo una de estas cualidades está presente, o en algunas personas, definitivamente estas cualidades están totalmente ausentes. Las personas carecientes de lealtad y bondad, son personas que solo se aman a sí mismas y no les importa las personas que les rodean, ni tampoco la reputación que puedan tener ante ellas.

Los que acojan las enseñanzas de Salomón y dirijan sus vidas bajo la lealtad y la bondad, tendrán el favor de Dios, con los beneficios que de ello derivan. Además, tendrán el favor de los hombres, su admiración, su estima y lograrán una buena reputación ante ellas. Seguir las enseñanzas de Salomón, al igual que todas las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, conduce al hombre a la paz interior, a largura de días y una vida satisfactoria. Una consciencia culpable es un peso insoportable de llevar, en tanto que una consciencia limpia, favorece a una vida larga y saludable, Así que, en un sentido, la salud del cuerpo procede de la salud del alma. Es un principio establecido que hay estrecha relación entre el comportamiento delante de Dios y la condición física.

Queridos hermanos, diligentemente debemos atender los consejos que se encuentran a lo largo de las Sagradas Escrituras y esforzarnos por obrar conforme a ellos, porque todos los consejos que en ella están, son consejos dados por Dios para que nosotros podamos tener una vida satisfactoria y prolongada. Debemos procurar que la lealtad y la bondad sean una parte integral de nuestra vida, para que podamos dirigirnos conforme a ellas, en nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes. Hermanos. Las palabras y los pensamientos que podamos tener en nuestro corazón acerca de la lealtad y la bondad, no son suficientes para tener una adecuada reputación ante las personas que nos rodean. Es importante que esas cualidades sean reflejadas en nuestras acciones cotidianas, solo así se podrá evidenciar que realmente somos leales y bondadosos, dignos seguidores de Cristo Jesús.