CAMINEMOS EN LOS CAMINOS DEL SEÑOR

CAMINEMOS EN LOS CAMINOS DEL SEÑOR

Erróneamente la mayoría de los seguidores de Cristo pensamos que con haber aceptado el sacrificio de Jesús con nuestros labios, es suficiente para honrar y glorificar Su Santo nombre, por eso, no nos preocupamos de cambiar completamente nuestro estilo de vida pecaminosa, y seguimos andando en los mismos caminos de la perdición, solo que ahora con el rótulo en nuestra frente de ser seguidores de Cristo. El cristiano que quiere honrar el santo nombre del Señor, tiene que vivir conforme a Su verdad, esto lo afirma el escritor del siguiente Salmo: “Enséñame tus caminos, oh SEÑOR, para que viva de acuerdo con tu verdad. Concédeme pureza de corazón, para que te honre.” Salmos 86:11 NTV.

Ninguna persona después de haber aceptado a Jesús como su Señor y Salvador, puede empezar a caminar por sí mismo en los caminos de la verdad, ya que conocer los caminos del Señor, no se da de forma automática tras la conversión, ni tampoco tiene el poder para andar por sí mismo en los caminos de la verdad. El cristiano para transitar en los caminos de la salvación y la vida eterna, necesita la ayuda del Señor, necesita de Su revelación y de Su poder. El salmista pese a haber conocido a Dios desde su niñez, en oración pidió al Señor que le enseñara Sus caminos. La instrucción que pide el salmista al Señor, no es una instrucción teórica de las Escrituras, ya que él en su mente y en su corazón tenía grabado la palabra de Dios. La instrucción que pide el salmista es la ayuda para aplicar la palabra de Dios en su vida cotidiana, y así vivir de acuerdo a la verdad de su Señor. Solo la persona que pone en práctica la palabra de Dios puede tener un corazón puro para honrar el santo nombre del Señor.

Si anhelamos honrar al Señor con nuestras vidas, debemos empezar a caminar en sus caminos. Por eso, antes que nada, debemos apartarnos completamente de nuestra naturaleza carnal, debemos estudiar minuciosamente la palabra de Dios y guardarla en nuestra mente, así como en nuestro corazón. Debemos pedir al Señor que nos de la sabiduría necesaria para comprender su palabra, y la fortaleza para aplicarla en nuestro diario caminar. Solo caminando en los caminos del Señor, podremos andar conforme a Su verdad, y tener un corazón puro, un corazón digno para honrar y glorificar Su santo nombre. Oremos de todo corazón al Señor para que nos enseñe y nos ayude a caminar todos los días en conformidad a su santa voluntad.