ESPERANZA Y CONFIANZA EN EL SEÑOR

ESPERANZA Y CONFIANZA EN EL SEÑOR

SALMOS 71:5 Oh Señor, sólo tú eres mi esperanza; en ti he confiado, oh SEÑOR, desde mi niñez. 6 Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre. ¡Con razón siempre te alabo! 7 Mi vida es un ejemplo para muchos, porque tú has sido mi fuerza y protección. 8 Por eso nunca puedo dejar de alabarte; todo el día declaro tu gloria. NTV.

Las pruebas y tribulaciones tienen el poder para quebrantar la fe y la esperanza de la mayoría de personas, pero los verdaderos seguidores de Cristo, que desde la infancia han caminado en los caminos de la salvación y la vida eterna, cuando les sobrevienen las adversidades, no pierden su fe y esperanza en el poder del Señor para ser liberados de esas aflicciones, por eso en esos tiempos de pruebas y tribulaciones, se acercan más al Señor para darle honra, gloria y loor a Su Santo Nombre. El salmista en medio de las pruebas y tribulaciones, mantuvo su esperanza en el poder de Dios para ser liberado, ya que desde la niñez , había disfrutado de su cuidado y protección.

El salmista había conocido los caminos de Dios, desde muy temprana edad, gracias a eso, durante toda su vida había disfrutado del gran favor del eterno Creador. El conocimiento del Señor desde su temprana edad le fue útil en los momentos más angustiosos de su vida, porque le ayudaron a mantener su fe y esperanza en el poder de Dios para socorrerle de todo peligro. Bienaventurados son los hombres que desde su niñez conocen los caminos del Señor, porque en los días de tribulaciones no perderán fácilmente su fe y esperan en el poder de Dios. Pero los que no conocieron a Dios en su niñez , cuando enfrenten pruebas y tormentas, fácilmente se quebrantarán y perderán su esperanza en el eterno Creador.

En momentos de tormenta, el salmista en oración reconoció lo que el Señor había hecho por él en toda su vida. Reconoció que el Señor había sido su esperanza y confianza desde su niñez. Porque desde que había llegado a este mundo, le había cuidado y protegido, inclusive cuando todavía estaba en el vientre de su madre. Por ese gran amor y cuidado mostrado, siempre alababa y glorificaba al Señor, aun en las situaciones más adversas. A pesar de que las personas inconversas, no reconozcan el cuidado y la protección de Dios a lo largo de sus vidas, es evidente que Él lo hace. Porque desde el momento de la concepción materna del hombre, y hasta su muerte, el eterno Creador cuida y protege la vida del ser humano. Por su gran amor y misericordia, Dios cuida minuciosamente cada etapa de desarrollo del ser humano. Por eso es digno de gloria y alabanza por toda la eternidad, no solo de los que en Él confían, sino de todo el mundo.

Bajo el cuidado y la protección del eterno Creador, el salmista había caminado rectamente en obediencia a las leyes, mandatos y estatutos que Dios había decretado para todo su pueblo, además había mostrado su valor en tiempos de pruebas y tormentas al no abandonar su fe y esperanza en el Señor. Por su vida de devoción a Dios, había logrado ser un ejemplo para muchos de sus compatriotas. Al recordar todo el amor y el cuidado de Dios en su vida, nunca había podido dejar de alabar y glorificar a Dios todos los días de su vida.

Queridos hermanos, en momentos de tormentas, el salmista dio un breve vistazo al pasado y recordó como el Señor lo había cuidado y protegido desde el momento mismo de la concepción, por eso, aun en medio del peligro no perdió su fe y esperanza en el Señor, por lo contrario, en esos momentos de peligro, tenía el dulce anhelo de seguir alabando y glorificando a su amado Creador. Hermanos, cuando nos enfrentemos a las pruebas y tribulaciones, al igual que el salmista, recordemos que Dios ha sido una ayuda constante en el pasado. Nunca debemos desesperarnos, sino seguir esperando su ayuda sin importar cuán severas sean nuestras adversidades. Debemos depositar nuestra fe y esperanza en Él. Alabando y glorificando su Santo Nombre mientras tengamos aliento de vida.