JUECES 8

PODER Y FAMA.

4 … Gedeón cruzó el río Jordán con sus trescientos hombres y, aunque estaban agotados, continuaron persiguiendo al enemigo. 11 … Gedeón rodeó por la ruta de las caravanas que está al oriente de Noba y Jogbeha, y tomó al ejército madianita por sorpresa. 12 Así que Zeba y Zalmuna, los dos reyes madianitas, huyeron, pero Gedeón los persiguió y capturó a todos sus guerreros. 22 Entonces los israelitas dijeron a Gedeón: ¡Gobiérnanos! Tú y tu hijo y tu nieto serán nuestros gobernantes, porque nos has rescatado de Madián. 23 Pero Gedeón respondió: Yo no los gobernaré ni tampoco mi hijo. ¡El SEÑOR los gobernará! NTV.

Con regularidad, la gran mayoría de las personas alrededor del mundo, buscan obtener poder y fama. Ya sea un cargo de liderazgo en una empresa pública o privada, un cargo en el sector público que sea de elección popular, etc. Con este propósito, estas personas aprovechan cualquier circunstancia para llamar la atención y sobresalir, esperando ser reconocidos en algún momento por su altruismo y ser propuesto para que ejerza el liderazgo del grupo o la nación. Gedeón uno de los jueces de Israel, cuando sus compatriotas le propusieron proclamar como rey de Israel, él lo rechazo sin titubear.

Gedeón en su batalla con los madianitas, no quiso dejar cabos sueltos, por eso, a pesar de la agotadora batalla que había librado en contra de sus enemigos, él, cruzó el río Jordán con sus trescientos hombres tras los madianitas que habían logrado escapar de la batalla. Gedeón y sus hombres rodearon la ruta de las caravanas al oriente de Noba y Jogbeha, logrando tomar al ejército enemigo por sorpresa, capturando de esa forma a los reyes Zeba y Zalmuna, incluyendo a los hombres que habían logrado escapar de la batalla.

Una vez que el ejército enemigo fue destruido completamente, toda la nación israelí se regocijó, pues se habían librado de la opresión de varios años en mano de los madianitas. Con este fulgor, los israelitas propusieron a Gedeón y a su familia que se convirtieran en reyes de la nación, y así establecer una monarquía hereditaria como las naciones vecinas de Israel. Ante esta propuesta, Gedeón se negó rotundamente a ser proclamado rey de la nación, contrario a cualquier hombre común, pues con regularidad las personas anhelan gobernar sobre otros.

Gedeón al rechazar la propuesta, tenía algo muy claro en su mente y corazón, sabía que la victoria sobre sus enemigos fue gracias al poder del eterno Creador y no así mismo. Por eso, Gedeón dijo a los israelitas, que el único que debe de gobernar a Israel, debía ser el único Dios verdadero, el Dios que podía proteger a Israel de cualquier futura invasión. Gedeón con estas palabras, dirigió la mirada de su pueblo a su Creador, para que Dios sea el rey soberano sobre toda la nación.

Queridos hermanos, El pueblo hebreo al ver las hazañas en batalla de Gedeón, quiso proclamarlo como rey soberano de la nación, pero él señaló que Dios gobernaría sobre ellos. En este mundo gobernado por la maldad y el pecado, las personas ante una propuesta similar, no vacilarían en aceptar ser proclamado rey, a pesar de estar conscientes de no estar preparados para ejercer un cargo muy importante. Situaciones similares se dan en las congregaciones cristianas, pues existen líderes ministeriales que ven la oportunidad, y aceptan el liderazgo sin estar preparados para ejercerlos. Gedeón nunca perdió de vista lo más importante tanto para la nación como para él, por eso rechazo ser proclamado rey, y dirigió ese designio al único que debía gobernar la nación, dirigió ese gobierno al eterno Creador. Hermanos, si en algún momento en nuestras congregaciones, quieren delegarnos el liderazgo de algún ministerio, no lo aceptemos solo por el hecho de sentirnos importantes. Analicemos la propuesta, y analicémonos si estamos preparados para ejercer ese liderazgo. Sobre todo, pidamos la dirección de Dios, antes de aceptar o rechazar la propuesta.