EL REGALO DE DIOS
EL REGALO DE DIOS
Cuando nos dan la oportunidad de elegir un regalo, siempre tratamos de elegir el mejor y el más caro existente . Hay un regalo que no se compara a ningún obsequio que los hombres nos puedan ofrecer en este mundo. Este regalo es único y maravilloso, y es más importante que todos los existentes. Nuestro amoroso Padre Eterno, en su amor y misericordia, nos dio este maravilloso regalo de la salvación y la vida eterna, gracias al sacrificio de su amado Hijo Cristo Jesús en la cruz del calvario. Este hecho maravilloso, nos da a conocer el apóstol Pablo: “Sin embargo, no hay comparación entre el pecado de Adán y el regalo que Dios nos ha dado. Por culpa de Adán, muchos murieron; pero por medio de Jesucristo Dios nos ha dado un regalo mucho más importante, y para el bien de todos.” Romanos 5:15 NTV.
Sin este maravilloso regalo de la salvación y la vida eterna, el mundo estaba perdido, ya que está bajo la condenación del pecado introducido por Adán a este mundo. Adán con su desobediencia a Dios, trajo la condenación a toda la humanidad, pero Jesucristo con su sacrificio en el madero, trajo la salvación y la vida eterna a toda la humanidad, y no hay ningún tipo de comparación entre estos dos sucesos. Ya que la acción redentora de Jesucristo pasa por mucho la acción desobediente de Adán. El regalo gratuito de la salvación, es la manifestación maravillosa de la gracia de Dios, y sobreabunda para toda la humanidad pecadora. Este hecho fue posible por la gracia de un hombre, Jesucristo. Fue una sublime gracia por Su parte morir por toda la humanidad pecadora. Por medio de Su muerte sacrificial en el madero, hizo posible la salvación y la vida eterna para toda la humanidad.
Todos sin excepción nacemos como parte de la familia física de Adán, del linaje que conduce a la condenación eterna, lejos de la presencia de Dios. Todos cosechamos los resultados del pecado de Adán. Heredamos su culpa, una naturaleza pecaminosa que es la tendencia a pecar, la cual da como resultado la ira de Dios sobre el pecador. Sin embargo, por la obra redentora de Jesucristo, podemos cambiar el juicio de Dios por perdón. Podemos cambiar nuestro pecado por la justicia de Jesús. Cristo nos ofrece la oportunidad de nacer en su familia espiritual, del linaje que empieza con perdón y conduce a la vida eterna. Dios nos ofrece gratuitamente el maravilloso regalo de la salvación, si no aceptamos este maravilloso regalo, nos espera la muerte mediante Adán, pero si acudimos a Dios por la fe y aceptamos su regalo, tenemos vida eterna a través de Cristo. De cada uno de nosotros depende qué camino tomar, si seguir bajo la condenación en Adán, o tener la vida eterna en Cristo Jesús.