INVERTIR EL TIEMPO
INVERTIR EL TIEMPO
Si un inversionista tuviera conocimiento de que la propiedad que anhela adquirir, va a devaluarse por completo dentro de un par de años, no la compraría, pues por nada del mundo quisiera perder su dinero. En este caso, el inversionista buscaría en qué más invertir su dinero y tener jugosas ganancias. Cuando se trata de inversiones, siempre buscamos algo que nos genere más recursos económicos o posesiones. Esta manera de pensar también la tenemos cuando invertimos nuestro tiempo, pues generalmente lo invertimos en actividades que nos generen ingresos económicos, y desechamos toda actividad que no nos generen ingresos. Pero si conociéramos nuestro tiempo de vida en este mundo, no invertiríamos nuestro tiempo en generar ingresos económicos, sino en otras actividades que realmente nos apasionen. Los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo, no deben enfrascarse en invertir la mayor parte de su tiempo en generar ingresos, ya que la vida en este mundo es pasajera, y cuando deje de existir, se irá con las manos vacías de este mundo.
Todos los ingresos que los hombres hayan logrado cosechar en vida, perderán valor cuando regrese el Señor a este mundo, tal como perdía valor las propiedades en el año del jubileo judío. El Señor por medio de su siervo Moisés, ordenó a su pueblo que cada cincuenta años del calendario hebreo celebraran el año de jubileo. En este año, las propiedades se devolvían a sus dueños originales y los esclavos eran puestos en libertad. Esta ordenanza de Dios para su pueblo escogido se encuentra registrada en el libro de Levítico: El año cincuenta lo declararán ustedes año santo: será un año de liberación, y en él anunciarán libertad para todos los habitantes del país. Todo hombre volverá al seno de su familia y a la posesión de sus tierras. Levítico 25:10 DHH.
Al igual que en el año de jubileo judío, en el regreso de Jesucristo a este mundo, todas las posesiones materiales que posean los hombres, perderán su valor. En ese día, todos los que hayan invertido su tiempo para generar ingresos económicos, se encontrarán con las manos vacías, pero los que hayan invertido su tiempo para servir al Señor con sus dones y talentos, estarán con las manos llenas, ya que sus obras no desaparecerán, sino que permanecerán por siempre. Debemos tener todo esto en cuenta, ya que podemos tener millones en propiedades, inversiones y depósitos bancarios. Pero si el Señor viniera hoy, ya no tendrían ningún valor para nosotros. Cuanto más cerca estamos de Su venida, menos valor real tienen. Esto significa que debemos invertir nuestro tiempo, en realizar las obras que el Señor nos encomendó antes de su partida de este mundo. Mientras haya tiempo, debemos servirle con los dones y talentos que hemos recibido.
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