LA CIRCUNCISIÓN

LA CIRCUNCISIÓN

Para pertenecer al pueblo elegido de Dios, los judíos varones debían circuncidarse en señal de su pacto con Dios. Este rito típico, consistía en una operación de cirugía menor en la que se aplicaba el cuchíllo a la carne del niño varón. Espiritualmente, significaba la muerte a la carne, o el quitar la naturaleza mala, corrompida e irregenerada del hombre. Pero con el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, la circuncisión que se practicaba en el antiguo pacto, ya no fue necesaria para que las personas puedan pertenecer al pueblo elegido de Dios. Ahora toda persona que acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, pasa por una circuncisión, pero no física, sino espiritual. Jesucristo por medio de su muerte y resurrección lleva a cabo una circuncisión espiritual en la vida de las personas que ponen su fe y confianza en Él. Jesús les quita la naturaleza pecaminosa que les mantenía bajo la esclavitud del pecado, y les hace libres para que puedan vivir bajo la voluntad de su amado Padre Celestial. Colosenses 2:11.