APRECIO FAMILIAR

APRECIO FAMILIAR

Es un hecho evidente que para un siervo de Dios no hay un lugar más difícil para ejercer su ministerio que en su propia casa, pues la cercanía hace que los familiares y amigos no tomen enserio la autoridad que el Señor les ha delegado, ni aprecien el ministerio que llevan adelante. Sin un correcto respeto y aprecio, los familiares y amigos no toman enserio las enseñanzas de la Sagradas Escrituras que les comparten, ni tampoco hacen caso a las exhortaciones que les hacen por las vidas desordenadas que llevan. A un verdadero siervo de Dios, no debe importarle si por su ministerio es apreciado o no por sus familiares y amigos, lo único que debe importarles es el aprecio de su Señor y Salvador. Por eso, pese a que no se sienta apreciado, el siervo de Dios debe seguir adelante compartiendo el evangelio de la salvación a sus familiares y amigos inconversos. Y si las personas que le rodean ya han recibido a Cristo, su deber es exhortarles constantemente para que sigan firmes en el camino del Señor. Marcos 6:4.