TODO POR LA CAUSA DE CRISTO

TODO POR LA CAUSA DE CRISTO

Seguramente en la actualidad ningún cristiano estaría dispuesto a sufrir por anunciar las buenas nuevas de salvación, y peor aún entregar su vida. Pero en el pasado, cuando recién iniciaba la iglesia, los creyentes tenían un gran fervor por la causa de Cristo y la salvación del mundo. Con este propósito, muchos creyentes de la iglesia primitiva sufrieron severos castigos por predicar el evangelio, algunos fueron encarcelados, otros torturados y otros asesinados. Pero estas acciones perversas en contra de la iglesia naciente, no pudieron apresar el evangelio, ni tampoco escarmentar a los seguidores de Cristo, sino que avivaron aún más la llama para que sigan adelante con la prédica del evangelio a todo el mundo. Si los creyentes que nos precedieron lo entregaron todo para que alcancemos la salvación, nosotros también tenemos la responsabilidad de entregar nuestras vidas, para que la palabra de Dios siga expandiéndose por todo el mundo, alcanzando a más personas para el reino de Cristo. 2 Timoteo 2:9.