VER EL PODER DE DIOS

VER EL PODER DE DIOS

Cuando alguno de nuestros hermanos de la fe está atravesando por situaciones adversas, es fácil para nosotros acercarnos a ellos para darles palabras de aliento y decirles que todo estará bien, que pronto, Dios dará respuesta a sus oraciones, y que solo deben permanecer confiando en Él. Pero cuando nos toca vivir una situación similar de adversidad, nos olvidamos de todas las palabras de aliento que damos a otros hermanos, y nos quebrantamos totalmente que perdemos toda confianza de que Dios está a cargo de nuestra situación, y que pronto va intervenir a nuestro favor. Esta falta de confianza en Cristo en situaciones adversas, no es nada nuevo entre sus seguidores, ya que por esta misma situación atravesó Martha ante la muerte de su hermano. Por eso ante esta falta de fe, Martha recibió estas palabras de reproche. Jesús le contestó: ¿No te dije que, si confías en mí, verás el poder de Dios? Juan 11:40 TLA.

Martha había mostrado una plena confianza en Cristo, había creído en su poder para hacer todo lo que parecía imposible. Creía en el poder de su Señor para sanar toda clase de enfermedades, para liberar a los endemoniados, para multiplicar los alimentos, etc. Pero cuando tuvo que mostrar esa confianza en una situación que le afectaba directamente a ella, falló, pues no creyó en el poder de Cristo. Algo similar nos pasa a la mayoría de cristianos en el presente. Cuando todo marcha bien en nuestra vida, se hace fácil declarar nuestra fe y confianza en Cristo Jesús a todo el mundo. Pero cuando la situación de nuestra vida empieza a cambiar, nuestra fe en el Hijo de Dios empieza a decaer, y cuando las adversidades se vuelven cada vez más fuertes y constantes, llegamos a perder totalmente nuestra confianza en el poder de Cristo para ayudarnos. En muchas ocasiones, nuestra fe y confianza en Cristo es directamente proporcional a la situación que vivimos. Si todo está bien en nuestra vida, confiamos plenamente en Cristo, pero si todo marcha mal, perdemos esa confianza.

Nuestra fe y confianza en Cristo Jesús, no debe depender de nuestra situación presente. Debemos confiar en nuestro Señor cuando todo marcha bien en nuestra vida, así como también cuando las aflicciones nos sobrevienen, ya que en la confianza en el Señor en medio de las adversidades, se manifiesta el asombroso poder de nuestro amado Padre Celestial para brindarnos toda su ayuda oportuna. Que nuestra confianza en el Señor, no sea solo para alentar a otros hermanos que están atravesando por dificultades, sino para alentarnos nosotros mismos a permanecer descansando en el Señor cuando nos toque vivir alguna adversidad. En cada situación de nuestra vida, confiemos plenamente en el Señor, y lograremos ver el asombroso poder de nuestro amado Padre Celestial actuando en nuestro favor.