DIOS NUNCA CAMBIA

DIOS NUNCA CAMBIA

El planeta tierra tiene diversos movimientos a lo largo del día, mes y año. Estos movimientos dictan el paso de los días y las noches, así como de los meses y los años. Debido al movimiento y rotación del planeta, el sol y la luna poseen diversos grados de intensidad de luz y sombra a lo largo de las 24 horas del día. Tal como la intensidad de la luz y la sombra cambian durante el día, así cambia la voluntad de los hombres. Pero en contraste a los hombres, o la intensidad de la luz o la sombra a lo largo del día, la voluntad de Dios nunca cambia, porque la inmutabilidad es uno de sus atributos Divinos. Gracias a este atributo Divino de Dios, el creyente puede tener la certeza de que todo lo bueno y perfecto proceden de las manos generosas de Dios, y esto nos da a conocer el apóstol Santiago: «Así que no se dejen engañar, mis amados hermanos. Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento» Santiago 1:16-17NTV.

Algunas personas erróneamente creen que todo lo bueno o malo que les sucede en la vida son consecuencias de sus acciones, y que Dios no interviene en nada. Así mismo piensan que todo lo que han logrado obtener en la vida, son fruto exclusivo de sus esfuerzos y de nadie más. Al pensar de esta manera las personas se engañan, ya que todo procede de las manos de Dios, porque Él es el creador de todo lo que existe en este mundo finito, sean cosas materiales o espirituales. Dios con su infinito poder, creó todo lo que nosotros podemos ver, así mismo lo que no podemos ver. Dios dictó cada una de las leyes físicas que rigen en este mundo, así como también las leyes espirituales. Ni tampoco podemos olvidar de que Él rige la vida del hombre, incluso mucho antes de que nazca en este mundo.

Desde el momento que creó al hombre, Dios mostró su inmensa generosidad, proveyéndole de todo lo necesario para que pueda habitar en el mundo creado con su infinito poder. Desde entonces, en todas las generaciones de los hombres, Dios como Padre creador ha derramado en la vida de los hombres toda buena dádiva y nunca le ha faltado nada. Si Dios Padre derramó sus bendiciones en la vida de los hombres en el pasado, también lo hace hoy, y lo seguirá haciendo en los postreros días hasta que la vida en este mundo termine. Porque la generosidad de Dios para con sus hijos nunca cambia, permanece tal cual como al principio. Conociendo esta verdad acerca de la inmutabilidad de Dios, podemos tener la certeza de que nuestro amado Padre Celestial, velará por nosotros, y nos dará todo lo que necesitemos para vivir en este mundo mientras esperamos el regreso de su amado Hijo para llevarnos a su Reino eterno.