Jesus Is Life

AHORA QUE HAY TIEMPO

AHORA QUE HAY TIEMPO.

JOEL 2:1 ¡Toquen alarma en Jerusalén! ¡Den el grito de guerra en mi monte santo! Que todos tiemblen de miedo porque está cerca el día del SEÑOR. 2 Es un día de oscuridad y penumbra, un día de nubes densas y sombras profundas. De repente, como el amanecer se extiende sobre las montañas, aparece un ejército grande y poderoso… 3 Fuego va delante del ejército y las llamas detrás. 11 El SEÑOR va a la cabeza de la columna; con un grito los guía. Este es su ejército poderoso y ellos siguen sus órdenes. El día del SEÑOR es algo imponente y pavoroso. ¿Quién lo podrá sobrevivir? 12 Por eso dice el SEÑOR: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto. NTV.

Un millar de personas alrededor del mundo, no prestan atención a las palabras proféticas que se encuentran registradas en las páginas de las Sagradas Escrituras. Pues piensan que todas estas advertencias de juicio sobre este mundo son simples historias inventadas por fanáticos religiosos. Las personas pueden pensar que las advertencias de juicios sobre este mundo son inventos, pero algunas de estas profecías registradas en la Biblia, se cumplieron de manera literal en los tiempos del Antiguo Testamento, otros se cumplieron en el período de los 400 años de silencio y otros en el período del Nuevo Testamento. En las Sagradas Escrituras existen algunas profecías que todavía no se han cumplido, pero se cumplirán cuando se acerque el día elegido por el eterno Creador para su terrible ira sobre este mundo pecador. En este día, todas las personas que no prestaron atención a las advertencias de estas palabras proféticas registradas en la Biblia, recibirán todo el furor de la ira del Dios viviente.

Ignorar las advertencias puede causar un terrible daño, no solo la vida de la persona que ignora la advertencia, sino también la vida de las personas que están a su alrededor. Este iba a ser el caso del pueblo hebreo, pues pese a que en todo el reino israelí existía un pequeño remanente fiel que honraba y adoraba a Dios de todo corazón, la nación estaba a punto de sufrir la terrible ira de Dios, debido a que la mayoría de los habitantes del reino, habían roto su pacto con Dios. Esta ruptura haría que Dios se alejara de su pueblo y los dejara a merced de todos sus enemigos. Sin la protección divina, Israel iba a ser presa fácil para las naciones que ambicionaban ver su caída y destrucción. En medio de las relaciones rotas entre su pueblo y Dios, el profeta Joel trató de llamar la atención a sus compatriotas para que mostraran un genuino arrepentimiento de sus pecados y buscaran la reconciliación con Dios. Para este propósito, Joel profetizó los acontecimientos que estaban próximos a desencadenarse sobre la nación como el castigo por sus rebeliones y pecados.

El profeta anuncio que en el día de la ira del Señor contra Israel, un enorme ejército fuerte y poderoso aparecería de repente por las montañas, para invadir y destruir completamente la nación. Que el Señor de los Ejércitos Celestiales iba a estar a la cabeza de este imponente ejército, y que nadie iba a poder escapar de este terrible castigo divino. Para que la nación no sea destruida por este poderoso ejército, el profeta Joel pidió a sus compatriotas que volvieran su mirada al Señor con un corazón sincero de arrepentimiento, por todos sus rebeliones y pecados mientras todavía tenían tiempo para hacerlo. Que se acercaran al Señor con un corazón quebrantado, con llanto, dolor y luto. Además, pidió a sus compatriotas que ayunaran para que la nación alcanzara la misericordia y el perdón de Dios.

Queridos hermanos. Pese a que millares de personas al rededor del mundo no crean en las palabras de advertencia de juicio sobre este mundo, el juicio vendrá, nada ni nadie lo podrá impedir. En este terrible día, el Señor de los Ejércitos Celestiales descargará toda su ira sobre todas las personas que no atendieron a las advertencias que se encuentran registradas en su bendita Palabra. Cuando se acerque el día del Señor, el cielo se llenará de densa neblina, el sol se oscurecerá y la luna se pondrá roja como la sangre. Estos acontecimientos vaticinarán que el Señor está listo y preparado para ejecutar su juicio sobre este mundo perverso y pecador. Amigos, hermanos. El juicio de Dios sobre este mundo pecador es eminente, nada ni nadie lo podrá impedir. Por eso antes de que llegue el día de su ira, tenemos tiempo para arrepentirnos de todos nuestros pecados y pedirle perdón a Dios. El tiempo está corriendo, no esperemos más, porque no sabemos cuándo nuestra vida llegará a su fin, por eso, debemos volver nuestra mirada al Señor ahora que tenemos tiempo. No permitamos que nada, ni nadie nos impida entregar nuestras vidas al Señor.

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