CANTAD Y ALABAD AL REY

CANTAD Y ALABAD AL REY

El mundo siempre ha dado más crédito a los postulados dados por los científicos en diferentes épocas más que a los escritos bíblicos que han permanecido tal cual desde el momento que fueron revelados a la humanidad. Por dar más crédito a los pensamientos de unos simples mortales, la humanidad no reconoce a Dios como el único Rey soberano de toda la creación. Al igual que el mundo, existen algunos creyentes que todavía no creen en el gobierno soberano de Dios, por eso no alaban, ni glorifican al Rey que gobierna desde su Santo Trono. Pese a que la humanidad y algunos creyentes no crean que Dios es el gobernante de todo lo que existe en el universo, Él gobierna y gracias a su infinito poder, el mundo sigue subsistiendo hasta el día de hoy. Por esta realidad, el salmista invita a toda la humanidad a que: “Canten alabanzas a Dios, canten alabanzas; ¡canten alabanzas a nuestro Rey, canten alabanzas! Pues Dios es el Rey de toda la tierra. ¡Alábenlo con un salmo! Dios reina sobre las naciones, sentado en su santo trono.” Salmos 47:6-8 NTV.

En un principio, el Creador del universo se reveló al pueblo hebreo y lo adoptó como su nación santa. Gracias a esta adopción, el pueblo prosperó y disfrutó de sus abundantes bendiciones. Pero la adopción de Israel, no significó que Dios solo era el Dios de esa nación, sino que Él era el Rey soberano de todas las naciones del mundo, por eso las naciones que todavía no le reconocían como su Señor, igual disfrutaban de sus abundantes bendiciones. Por el gobierno soberano de Jehová sobre el mundo y sus maravillosas bendiciones, el salmista hace un llamado a toda la humanidad, para que todos unánimes canten alabanzas al Rey que gobierna el mundo desde su santo trono. Que canten alabanzas a Dios desde lo más íntimo de todo su ser, porque Él rige con justicia a todas las naciones del mundo.

El gobierno de Dios es real en la actualidad al igual que fue en el pasado. Él es el Rey soberano que gobierna con justicia y derrama de sus abundantes bendiciones sobre toda la humanidad, por eso, Él es el único digno de recibir toda gloria y alabanza. Dios está sentado en su trono en la morada celestial, y desde ese lugar santo gobierna a toda su creación, y nada escapa de su control. Gracias a su gobierno soberano, nosotros disfrutamos de su ayuda, resguardo y protección, y no solo eso, sino que también disfrutamos de las bendiciones de sus manos generosas. Si reconocemos que Dios es nuestro Rey soberano, debemos aceptar la invitación del salmista, y unirnos para cantar y glorificar con todo nuestro ser, al Rey que nos rescató de la muerte y nos dio la posibilidad de vivir eternamente en su reino eterno. Cantemos y alabemos a nuestro Rey soberano, desde siempre y para siempre.