DIOS ES FIEL PARA PERDONARNOS

DIOS ES FIEL PARA PERDONARNOS.

Para la mente limitada del hombre, es difícil comprender la gracia de Dios, pues gracias a este atributo Divino, el hombre puede alcanzar el perdón no merecido de Dios a sus delitos y pecados. El Señor en su amor y fidelidad está dispuesto a perdonar toda clase de pecados que los hombres puedan cometer, siempre y cuando el pecador muestre un sincero arrepentimiento de sus acciones perversas. Una muestra del actuar de la gracia divina de Dios sobre el pecador, lo encontramos en los registros de las crónicas de los reyes del pueblo hebreo: “pero cuando estaba sumido en profunda angustia, Manasés buscó al SEÑOR su Dios y se humilló con sinceridad ante el Dios de sus antepasados. Cuando oró, el SEÑOR lo escuchó y se conmovió por su petición. Así que el SEÑOR hizo que Manasés regresara a Jerusalén y a su reino. ¡Entonces Manasés finalmente se dio cuenta de que el SEÑOR es el único Dios!” 2 Crónicas 33:12-13 NTV.

Las consecuencias de los pecados pueden llevar al hombre a una situación de profunda angustia, tal como se encontraba el monarca del pueblo judío al estar prisionero en tierras extranjeras. Manasés al estar encarcelado, tuvo tiempo más que suficiente para darse cuenta de que había obrado mal delante de su Creador, y que necesitaba buscar su perdón para encontrar su libertad. Luego de meditar profundamente en todo esto, el monarca judío se arrepintió de sus rebeliones y con un corazón quebrantado, se humillo con sinceridad delante del Dios de sus antepasados, buscando su misericordia y perdón a todas sus rebeliones. Manasés oro de todo corazón y la gracia divina del Señor se manifestó en su favor. Dios escuchó las plegarias del monarca y lo liberó de las consecuencias que le había ocasionado el pecado, permitiendo así que Manasés regresara a Jerusalén a seguir reinando sobre el pueblo judío. Gracias a esta gracia no merecida, el monarca judío por fin comprendió que el Señor es el único y verdadero Dios digno de ser obedecido y adorado.

El Señor es fiel con los pecadores que muestran un sincero arrepentimiento. Él en su amor y misericordia está dispuesto a perdonar a todo aquel que lo busque con un corazón quebrantado y humillado, porque solo esta actitud demuestra realmente que el pecador está arrepentido de haberle fallado y está dispuesto a no persistir en el pecado. Gracias a la gracia Divina de Dios, si hemos fallado a nuestro Señor pese a nuestra conversión a Él, podemos acercarnos nuevamente a Él para buscar su perdón y misericordia. El Señor en su fidelidad, perdonará nuestros pecados y nos liberará de todas sus consecuencias. Pero esta búsqueda de perdón, no debe ser solo de palabras, sino de todo corazón. Debemos presentarnos delante del Señor con un corazón quebrantado y humillado, solo así alcanzaremos el perdón a nuestros pecados y la libertad para poder estar en su presencia en el reino de los cielos.