DIOS ES NUESTRO PROVEEDOR

DIOS ES NUESTRO PROVEEDOR.

Mantener la fe en la provisión de Dios para sustentar sus necesidades, es difícil para el creyente cuando los recursos económicos no le alcanzan para cubrir sus necesidades alimenticias de cada día. En esos días de escasez, el creyente se angustia y duda del poder de Dios para proveerle de todo lo necesario. Pese a que el creyente dude, Dios tiene el poder más que suficiente para proveer de alimentos y todo lo necesario para que sus hijos no desfallezcan de hambre. Una muestra del poder proveedor de Dios la encontramos en el libro de Éxodo, cuando Dios milagrosamente proveyó de alimento al pueblo hebreo en el desierto: ¡Si tan sólo el SEÑOR nos hubiera matado en Egipto! protestaban. Allá nos sentábamos junto a las ollas llenas de carne y comíamos todo el pan que se nos antojaba; pero ahora tú nos has traído a este desierto para matarnos de hambre». Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Mira, haré llover alimento del cielo para ustedes. Cada día la gente podrá salir a recoger todo el alimento necesario para ese día… Éxodo 16:3-4. NTV.

Durante su travesía por el desierto, las provisiones que el pueblo hebreo habían tomado antes de su salida de Egipto, comenzaron a escasear, y pronto los habitantes comenzaron a quejarse ante Moisés, culpándole de haberlos llevado al desierto para matarlos de hambre. El pueblo no solo se quejó, sino que también empezó a añorar la variedad de comidas que habían tenido en Egipto. El pueblo olvidó que el Señor con su gran poder los liberó de la esclavitud en Egipto, y que Él, tenía el mismo poder para saciar su hambre pese a que se encontraban en medio del desierto. En respuesta a la queja del pueblo, Dios hizo llover pan del cielo y sacio el hambre de todo el pueblo en medio del desierto. De esta manera el Señor mostró a su pueblo que para Él, no hay nada imposible que pueda hacer para sustentarles y mantenerles con vida aun en medio del desierto.

Es claro y evidente que Dios tiene el poder más que suficiente para proveer de los alimentos necesarios para cubrir las necesidades nutricionales diarias de sus hijos. Por eso, en el momento que la escasez llegue a nuestra vida, no debemos angustiarnos, ni perder la confianza en la provisión de nuestro Señor. Si Él pudo alimentar a toda una nación en medio del desierto en el pasado, es más que seguro que Él podrá saciar nuestras necesidades alimenticias presentes y futuras. Y no solo las necesidades alimenticias, sino todas las necesidades que podamos tener. Confiemos plenamente en las provisiones diarias de nuestro amado Señor.