SIEMPRE AGRADECIDOS.
Al dar una mirada a nuestra vida pasada, posiblemente tenemos a alguien que haya hecho algo en particular e importante por nosotros, por eso, cada vez que viene a nuestra mente ese hecho importante en favor de nosotros tendemos a estar agradecidos. Pero hay alguien que sobrepasa a cualquier cosa importante que un hombre haya hecho en nuestro favor, y ese alguien es nuestro Señor. Jesucristo hizo algo que ningún hombre pudo, puede o podrá hacer por nosotros, y es, entregar Su vida para darnos salvación y vida eterna. Si agradecemos a los hombres por hacer algo por nosotros, con mayor razón debemos estar agradecidos con nuestro Señor. Nuestro agradecimiento a nuestro salvador, no deben ser esporádicos, ni de labios para fuera. Nuestro agradecimiento debe ser genuino, constante y de todo corazón, porque lo que realizó Cristo Jesús por nosotros, es de un valor incalculable que nunca podremos pagarle. Mostremos toda nuestra gratitud mediante la obediencia y la práctica de Sus enseñanzas. Romanos 5:6-8.