ADVERTENCIAS CONTRA EL PECADO

ADVERTENCIAS CONTRA EL PECADO.

JEREMÍAS 19:3 Diles: “¡Reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén, escuchen este mensaje del SEÑOR! Esto dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ‘¡Traeré un terrible desastre a este lugar, y a los que se enteren les zumbarán los oídos! 4 ’Pues Israel me ha abandonado y convirtió este valle en un lugar de maldad. La gente quema incienso a dioses ajenos, ídolos nunca antes conocidos por esta generación ni por sus antepasados ni por los reyes de Judá. Y han llenado este lugar de sangre de niños inocentes. 5 Han construido altares paganos a Baal y allí queman a sus hijos en sacrificio a Baal. Jamás ordené un acto tan horrendo; ¡ni siquiera me pasó por la mente ordenar semejante cosa! NTV.

El mundo vive sumergido en una depravación total, desde el momento que el pecado se apoderó del corazón y la mente del hombre. Con el pasar de los tiempos, la humanidad, cada vez más se va sumergiendo en esta depravación. En el presente, no existe ni un ápice de esperanza de que esto cambie, más bien, todo puede ir empeorando conforme pase el tiempo. Los hombres, cada vez más disfrutan cuando satisfacen los deseos de su naturaleza carnal. Disfrutan de vivir en la inmoralidad sexual, de perjudicar a sus semejantes, de lastimar e incluso de quitarles la vida. La maldad del hombre es incalculable, porque hay hombres que odian todo lo que tenga que referirse al único Dios verdadero, por eso no quieren para nada escuchar las advertencias acerca del juicio venidero contra la maldad y el pecado. Están totalmente enceguecidos que se niegan rotundamente a apartarse de ese camino perverso que los lleva a la condenación.

Al igual que la humanidad actual, el pueblo hebreo, vivió bajo el control del pecado, por eso constantemente transgredían el Pacto que habían establecido con Dios. Israel, dominado por el pecado, vivió al margen de la voluntad de su Creador, practicando rituales semejantes a la de los pueblos fronterizos. Pueblos que rendían adoración a dioses que ni siquiera tenían poderes para brindarles algo de ayuda. Por todas estas prácticas paganas, Dios instruyó a Jeremías para que les lleve su mensaje de advertencia, a este pueblo desobediente, a este pueblo infiel que un día Le había jurado total obediencia y sumisión.

El eterno Creador por medio del profeta Jeremías, dijo a su pueblo que les traería un terrible desastre por haberle abandonado e ido tras otros dioses. La sentencia para el pueblo rebelde estaba dada, Dios estaba decidido a no dejar pasar todas las cosas perversas que habían hecho. El pueblo no solo Lo había abandonado, sino que Lo habían reemplazado con la adoración a dioses ajenos e ídolos que nunca antes habían conocido. Eso no era lo peor, ya que en sus rituales de adoración a los dioses paganos habían derramado la sangre de niños inocentes, algunos hasta habían sacrificado a sus propios hijos. Las acciones del pueblo hebreo fueron tan perversas, que ni siquiera había pasado por la mente de Dios, ordenar tal clase de adoración. Las prácticas realizadas por el pueblo hebreo en el pasado, siguen vigentes en el presente en algunas culturas y movimientos religiosos. En estos grupos paganos, siguen derramando sangre de niños inocentes como sacrificios para honrar a sus dioses. La sentencia que Dios dio al pueblo hebreo, no será nada en comparación a la sentencia que Dios tiene preparado para todos aquellos que rehúsen aceptar el sacrificio de su Hijo amado.

Queridos hermanos. El mensaje de Dios es claro en contra de este mundo perverso, en contra de este mundo lleno de pecado. Dios en el pasado dio una oportunidad para que el pueblo de Israel cambie, dio una oportunidad para que se arrepientan y no sean condenados. Jeremías fue el hombre escogido por Dios, para que lleve este mensaje, para que los lleve al arrepentimiento y a un cambio de vida en su relación con el Creador. La misma oportunidad del pasado, tiene el mundo actual para que cambien y escuchen la advertencia de Dios. El mensaje que Dios encomendó a Jeremías, es el mismo mensaje que Dios da a sus siervos en la actualidad para que lleven a todo el mundo. Dios desea redimir a toda su creación, quiere salvarlos, quiere darles la vida eterna. Por eso, nosotros como siervos del Señor, debemos llevar el evangelio del arrepentimiento y la confesión de los pecados al mundo perdido. Nuestro deber es llevar a las personas a los pies de Cristo. Amigo. ¿Si usted no quiere tener el mismo destino que Dios tiene trazado para este mundo perverso y pecador? Escuche las advertencias que hoy Le está dando. Con un corazón quebrantado y humillado acérquese a la presencia de Dios, confiese todos sus pecados y reciba el precioso regalo de la salvación y la vida eterna, gracias al sacrificio realizado por Cristo Jesús en la cruz del calvario.