ESCAPE AL JUICIO DIVINO

ESCAPE AL JUICIO DIVINO.

En el presente, existen miles de personas alrededor del mundo que todavía creen que podrán escaparse del juicio decretado por el Señor en contra de la maldad y el pecado. Algunos incluso han llegado a pensar que si salen de este planeta, la justicia divina nunca les alcanzará, pues creen que Dios, es Dios solo de este planeta. Con esos pensamientos erróneos y absurdos no se preocupan de atender las advertencias registradas en las Sagradas Escrituras, más bien, se han ido sumergiendo más y más en la perversidad de sus corazones. Escaparse de la ira de Dios, es una tarea imposible para cualquier ser humano, ya que nadie puede esconderse de Su presencia, ya que Dios es un ser omnipresente y está en todo lugar. Esto le dio a conocer el profeta Isaías a Sidon. El Señor le dijo al profeta: “y le dijo a Sidón: “Tu fiesta se acabó; tu ciudad capital ha sido destruida. Aunque huyas a la isla de Chipre, no encontrarás paz allí”. Isaías 23:12

Mientras no llegue el juicio divino, las personas inconversas podrán disfrutar de los placeres que les ofrece este mundo, podrán comer, beber, emborracharse, hacer fiestas desenfrenadas constantes. Pero cuando llegue la hora señalada por el Señor para derramar su justo juicio, todo terminará. Se acabarán los placeres y las fiestas para todos aquellos que no aceptaron el mensaje de la salvación y la vida eterna. En el día del juicio, absolutamente todo será destruido, no habrá lugar donde los pecadores puedan esconderse de la presencia de Dios, ya que Él los encontrará a cualquier lugar que huyan, y pagara a cada uno lo que se merezcan. En ese día terrible, ningún pecador podrá justificarse de sus acciones para salvarse de la ira de Dios, ni tampoco podrá echarle la culpa a otro de sus acciones perversas, cada uno será juzgado por sus acciones.

En la presencia de Dios, cada uno somos culpable de los pecados que cometemos, no hay nadie a quien más podamos culpar de nuestros actos, pero gracias al amor y la misericordia de Dios, tenemos una puerta de escape a los justos juicios divinos. Cristo es nuestra puerta de escape, “Jesús afirmo ser la puerta”. Él es nuestro Salvador y nuestro redentor, El Señor justifica todos nuestros pecados y nos hace justos delante de Dios. Cristo borro nuestras culpas y lo hizo a través de su sacrificio en la Cruz del calvario. Sus últimas palabras en ese madero para justificar todos nuestros pecados fueron: “Consumado es”. Con estas hermosas palabras, el Señor nos liberó de todo castigo y nos dio el precioso regalo de la vida eterna. Si usted piensa que puede escaparse de la ira de Dios escondiéndose en algún lugar bien apartado, ya no lo piense, porque la única forma de escaparse del juicio divino es: arrepintiéndose de los pecados y recibiendo el sacrificio realizado por Cristo Jesús.