DISFRUTEMOS DE LO QUE TENEMOS

DISFRUTEMOS DE LO QUE TENEMOS.

Los seres humanos nunca estamos satisfechos con lo que tenemos, siempre estamos deseando tener más, y más cosas. Con ese deseo en mente, buscamos uno o dos empleos adicionales para que se incrementen nuestros ingresos económicos, lo raro es que cuando aumentan nuestros ingresos, también aumenta nuestras necesidades de comprar cosas. Por eso, en ocasiones algunos llegamos al punto de hacernos esclavos del trabajo, solo por la insatisfacción que tenemos con nuestras posesiones. Los que tienen una actitud inconformista, o insatisfecha, a pesar de tener todo lo que el dinero pueda comprar, nunca hallarán la satisfacción completa, siempre estarán deseando tener algo más, por eso, no disfrutan de lo que ya han logrado conseguir. Una actitud insatisfecha no es propia de los seguidores de Cristo, por eso el escritor de Eclesiastés nos aconseja: “Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento.” Eclesiastés 6:9 NTV.

Todas las personas en algún momento hemos soñado con tener algo que posiblemente estén lejos de que podamos obtenerlos, debido a los ingresos económicos que poseemos. Tener esos sueños, en si no son malos, malo es cuando nos enfocamos tanto en ese sueño que nos olvidamos de disfrutar de las cosas que ya tenemos. En ocasiones, recibimos un regalo de nuestros padres o de nuestros amigos, pero como no es de la marca que deseamos, lo dejamos a un lado, en el rincón del olvido y no disfrutamos del regalo que nos hicieron con mucho amor. El escritor de este versículo, nos aconseja que debemos contentarnos con lo que se nos ponen delante, que estar siempre deseando algo más que posiblemente nunca alcancemos. Porque estar siempre deseando más y más es tan necio como correr tras el viento.

Algunos sueños posiblemente sean como el viento, los cuales por más que corramos tras ellos, nunca los podremos alcanzar, por eso, no debemos enfocarnos tanto en esos sueños, más bien, debemos enfocarnos en los sueños que puedan ser alcanzados y disfrutar de ellos al máximo cuando se hagan realidad. Pero eso no implica que debamos dejar de soñar con algunas cosas que posiblemente estén lejos de poder ser alcanzados por nosotros. Los sueños imposibles, no deben quitarnos el deseo de disfrutar de las cosas que ya tenemos, porque todo lo que tenemos son una bendición de Dios, y siempre debemos ser agradecidos por su generosidad hacia nosotros. Recuerde. “Mas vale tener un pájaro en mano, que cientos volando”.