LAS TORMENTAS

LAS TORMENTAS.

En cierta ocasión, cuando Jesus y sus discípulos navegaban por el mar de Galilea, se desató una fuerte tormenta, la embarcación comenzó a tambalear de un lado para el otro, por el bramido de las olas. Los discípulos comenzaron a desesperarse y llenos de miedo, despertaron a Jesús, quien tranquilamente dormía en la barca. ¡Al igual que los discípulos de Cristo, ante las tormentas de nuestra vida! todos nos desesperamos, pues sentimos que no hay salida a nuestra situación, ya que dudamos de que el Señor está cerca de nosotros dispuesto para ayudarnos a salir de cualquier tormenta. Jesús ante el llamado de alerta de sus discípulos, se levantó y reprendió al viento y a las olas, de repente, hubo una gran calma. Ante las tormentas de nuestras vidas, no tengamos dudas, acudamos confiadamente ante el Señor, Él tiene el poder más que suficiente para devolvernos la calma y la paz a nuestras vidas. Mateo 8:23-26.