CONCENTRÉMONOS EN LO JUSTO Y PURO

CONCENTRÉMONOS EN LO JUSTO Y PURO.

Desde el momento que llegamos a este mundo, cada día, nuestra mente va almacenando una gran cantidad de información. Muchas veces la información almacenada es relevante y necesaria para el desarrollo mental de cada persona, pero en ciertas ocasiones, la mente también almacena informaciones que vuelan por el espacio, las cuales no suelen ser para nada relevantes.

Con tanta información almacenada en nuestra mente, muchas veces nos concentramos por varios minutos, en pensamientos que para nada son edificantes para nuestra vida. El apóstol Pablo en su carta a los filipenses nos dice: “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” Filipenses 4:8 NTV.

El apóstol nos anima a concentrarnos en pensamientos que realmente edifiquen nuestras vidas, pensamientos que nos mantengan en conformidad a la voluntad del Señor. Como seguidores de Cristo, nuestra mente debe estar concentrada en pensamientos verdaderos, honestos, justos, puros y amables. Debemos enfocarnos en pensamientos que sean dignos de alabanza. Si tenemos pensamientos impuros y sueños ilusorios, es momento de que empecemos a examinar la información que estamos almacenando en nuestra mente.

Debemos dejar de almacenar información nociva que proviene de programas de televisión, de películas, de revistas y libros que no tienen contenido edificante. Reemplacemos estos materiales dañinos con materiales útiles. Escuchemos y veamos programas que contengan contenido cien por ciento bíblico, y sobre todo, leamos diariamente la Palabra de Dios. Solo así, podremos siempre estar concentrados en lo que es bueno y puro, digno de alabanza.