DIOS TERMINARÁ CON LA MALDAD

DIOS TERMINARÁ CON LA MALDAD.

ISAÍAS 18:1 Escucha, Etiopía, tierra de ondulantes velas que está ubicada a la cabecera del Nilo, 2 … Llévenle un mensaje a un pueblo de gente alta con piel suave, temido en todas partes por sus conquistas y destrucción, y cuya tierra está dividida por ríos. 4 Pues el SEÑOR me ha dicho: Observaré en silencio desde el lugar donde habito, tan silencioso como sube el calor en un día de verano, o como se forma el rocío de la mañana durante la cosecha 5 Aun antes que ustedes comiencen a atacar, mientras sus planes maduran como uvas, el SEÑOR cortará sus brotes nuevos con podaderas; cortará y descartará las ramas extendidas. 6 Su poderoso ejército quedará muerto por los campos, abandonado para los buitres de las montañas y los animales salvajes… NTV.

En un determinado período de la historia humana, el ejército asirio fue uno de los ejércitos mas temidos de la región de Mesopotamia y sus alrededores. En aquel tiempo, los asirios habían adquirido un poder asombroso con el cual destrozaban a todas las ciudades a su paso. Los ruidos de los triunfos aplastantes que había obtenido el ejército asirio provocaron que el temor se extendiera hasta el país de Etiopía, el cual estaba localizado al sur de Egipto. El rey de esta nación africana, al escuchar que el gran ejército asirio marchaba hacia el sur, es decir hacia ellos, envió mensajeros a las cabeceras del Nilo para pedir a las naciones circunvecinas que formaran una alianza contra el avance del ejército enemigo.

Este mensaje para formar una coalición contra el ejército asirio también llegó a Jerusalén, pero el profeta Isaías al saber de este mensaje dijo al mensajero que regresara a casa porque Judá solo necesitaba la ayuda de Dios para repeler a los asirios. Isaías profetizó que la destrucción de Asiria ocurriría en el tiempo oportuno. Ante las posibles amenazas que asechan a sus naciones, los gobernantes de estas naciones rápidamente buscan realizar alianzas o coaliciones con naciones vecinas para poder enfrentar estas amenazas, tal como lo hizo el rey de Etiopía. Acciones similares a estas, se pueden observar diariamente en la vida cotidiana de las personas, ya que el hombre ante alguna amenaza, siempre busca aliados para poder defenderse y no ser presa fácil para los agresores. El rey etíope no quería ser presa fácil para los asirios, por eso buscó la ayuda de las naciones vecinas como Judá.

El rey etíope al enviar mensajeros a Judá, no sabía que el reino de Judá estaba bajo el cuidado y la protección del único Dios verdadero. El único Dios que tenía poder para doblegar con total facilidad a los ejércitos más poderosos de todo el mundo. Isaías como tenía la certeza del poder infinito de Dios para destruir con total facilidad al ejército asirio. Pidió a los mensajeros de Etiopia que regresaran a casa con su rey con el siguiente mensaje: El Señor va a liberar al mundo de los asirios y que todos verán la liberación. El profeta había recibido este mensaje del Señor mismo. Además, le había detallado las acciones que iba a seguir. El Señor le había dicho a Isaías que durante la planificación de las estrategias de los asirios para atacar las ciudades de Judá y las diferentes ciudades de los reinos vecinos, Él se mantendría quieto y en silencio, observando todo desde su morada celestial, esperando que los planes de los asirios maduren, pero antes de que ellos decidieran iniciar con el ataque, el Señor derramaría Su ira contra el ejército asirio. Es decir, el Señor le infligiría una total derrota, y los cadáveres de sus guerreros quedarían en el campo expuestos a las aves de rapiña y sería tal la abundancia de cadáveres, que las aves de rapiña y alimañas tendrían comida para el verano y el invierno

Queridos hermanos. Dios contempla con total tranquilidad y en silencio desde su trono como prolifera la maldad de los hombres, pero cuando el fruto de la maldad termine de germinar en el corazón del hombre, la paciencia de Dios terminará y ejecutará sus justos juicios sobre todos aquellos que no mostraron arrepentimiento. Cuando el fruto de la maldad este en su punto, Dios intervendrá en la historia humana, dando un sesgo nuevo a los acontecimientos. Aquel día, ningún malvado podrá escaparse de la ira de Dios. Hermanos. Si en algún momento llegáramos a ser perseguidos injustamente por los malvados y perversos, no tenemos que tener miedo, ni tampoco debemos buscar ayuda de otros hombres para que nos defiendan, porque a nuestro lado tenemos al único Dios verdadero, Quien tiene el poder más que suficiente para defendernos de toda clase de amenazas malignas. Dios en su fidelidad, antes de que las personas malvadas intenten causarnos algún daño, las apartará de nuestras vidas y derramará un escarmiento sobre ellas.