¿QUE ALBERGA SU CORAZÓN?

¿QUE ALBERGA SU CORAZÓN?

Muchas veces nos enfrascamos en conocer y calificar a las personas que están a nuestro alrededor, pero no nos damos tiempo para conocernos a nosotros mismos. Al no darnos ese espacio para conocer nuestro interior, pensamos que estamos caminando en conformidad a la palabra de Dios y nos auto calificamos como personas buenas. En cuanto a esto, Cristo Jesús, nos da algunas pautas para saber si en realidad somos personas buenas o no: “El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.” Lucas 6:45 DHH.

A través de estas palabras, Jesús nos recuerda que nuestro hablar y acciones, revelan el interior del corazón de cada persona, ya que todas las acciones, hasta las palabras que nosotros pronunciamos, se originan en el corazón. Una persona moralmente pura y espiritualmente sana puede dar bendición para otros del buen tesoro de su corazón, porque en ella se encuentra albergada la palabra de Dios. Por otra parte, una persona básicamente impura sólo saca lo malo de la maldad que atesora en su corazón. No se puede esperar nada diferente. La clase de fruto que una persona produce identifica la calidad de esa persona.

Si nosotros nos identificamos como seguidores de Cristo, debemos producir los frutos de la fe, es decir, una vida caracterizada por el amor y la generosidad, para esto, lo primero que debe ser bueno es nuestro corazón. Las buenas impresiones que tratamos de dar no duran si nuestros corazones son engañosos. Es importante que conozcamos nuestro corazón, y saber qué es lo que estamos atesorando. Si estamos atesorando las cosas malas más que la palabra de Dios, es momento de que cambiemos. Empecemos a desechar los malos deseos de nuestro corazón y saturémoslo con la palabra de Dios, para que nuestras palabras y acciones sean de bendición para las personas que están a nuestro alrededor.