EL NECIO, NO BUSCA A DIOS
EL NECIO, NO BUSCA A DIOS.
SALMOS 14:1 Sólo los necios dicen en su corazón: No hay Dios. Ellos son corruptos y sus acciones son malas; ¡no hay ni uno solo que haga lo bueno! 2 El SEÑOR mira desde los cielos a toda la raza humana; observa para ver si hay alguien realmente sabio, si alguien busca a Dios. 3 Pero no, todos se desviaron; todos se corrompieron. No hay ni uno que haga lo bueno, ¡ni uno solo! NTV.
Alrededor del mundo, miles de personas no creen en la existencia de un ser Divino, con la capacidad y el poder para crear el universo. Estas personas incrédulas, afirman que la Biblia no tiene ninguna autoridad en la vida de las personas, ya que es un libro de fábulas, como tantas otras, creadas por las mentes humanas. Con esos pensamientos, miles de personas se resisten a creer en la existencia de Dios, y neciamente en su corazón dicen: ¡Dios no existe!. Desde la caída del hombre, el maligno, ha segado la mente de las personas y endurecido sus corazones para que no acepten la palabra de verdad inspirada por el eterno Creador.
Una persona que niega la existencia de Dios, es una persona necia, y tiene una deficiencia moral, más no intelectual. No cree en la existencia de Dios, es totalmente indiferente a las pautas morales de la ley, y adopta diariamente como su propio principio la opinión de que a Dios no le importan las diferencias entre las distintas conductas de los hombres. El necio cierra los ojos a la evidencia de que Dios existe, debido a que no quiere someterse a las profundas verdades de Dios. Los seguidores de Cristo, muchas veces actúan neciamente en la práctica cuando se apoyan en sí mismos más que en Dios. El necio a través de sus creencias y afirmaciones contra la existencia del eterno Creador desafía directamente su poder y autoridad.
Los necios al no estar bajo la autoridad divina, actúan corruptamente y sus acciones son malas, ¡Ningún necio actuará bajo la voluntad del eterno Creador!. Las personas sin Dios son corruptas, dadas a las obras abominables e incapaces de todo bien. Dios desde su morada celestial, mira sobre los hijos de los hombres, para ver si hay algún descendiente de Adán, que se porte sabiamente, que de señales de comprensión espiritual y corazones inclinados hacia Él. Pero, por desgracia, no encuentra ni uno que haga lo bueno, ¡ni uno solo que anden en conformidad a su voluntad!. Debido a la caída del hombre en el huerto de Edén, todo el mundo se ha descarriado como ovejas, cada cual se apartó por su camino de la perdición y el pecado. Por naturaleza y en la práctica el hombre es pecador. Si se le deja actuar sólo por su cuenta, nunca buscaría a Dios. Solamente es por medio del ministerio del Espíritu Santo que los hombres llegan a reconocer su necesidad de Dios y de Su salvación.
En este mundo terrenal dominado por el pecado, nadie es perfecto, excepto Dios. Todos absolutamente todos son culpables ante Él, y necesitan su perdón. No importa lo bien que se desempeñen, ni lo mucho que logren comparado con otros. Ninguna persona puede jactarse de su bondad cuando se compara con los estándares de Dios. El eterno Creador no sólo espera que las personas obedezcan sus principios, sino que quiere además que le amen con todo su corazón. Sólo Jesucristo ha hecho eso de una manera perfecta.
Queridos amigos, desde el momento que el pecado ingreso a este mundo, todas las personas se pervirtieron y están predispuestas hacer lo malo delante de Dios. Por esa predisposición a pecar, la mente de las personas está nubladas, y nadie es lo suficientemente sabio como para buscar a Dios y entregar voluntariamente su vida. Amigo, Dios al mirar la condición humana, por su amor y misericordia, envió a su Hijo amado para rescatar al mundo y darles la redención. ¿Si usted quiere ser redimido de su condición pecaminosa? Ya no actúe neciamente, acepte a Cristo Jesus en su corazón, el tiene el poder para redimirlo de todos sus pecados y liberarlo de toda condenación futura.