DIOS, NUESTRA TORRE FUERTE.

Cuando el peligro acecha, las personas corren apresuradas en busca de un refugio, un lugar seguro para salvaguardar sus vidas del peligro. En medio del peligro, erróneamente las personas piensan que pueden encontrar protección en la fuerza militar. Mientras que otros piensan que pueden encontrar resguardo en un bunker o una fortaleza bien fortificada. Tanto la fuerza militar, el bunker o las fortalezas fortificadas, pueden ser útiles para encontrar protección, pero ninguna de esas garantiza una protección verdadera, todas son una protección pasajera. El escritor de proverbios detalla a Quien debemos acudir para encontrar la verdadera salvación y protección para nuestras vidas: “El nombre del Señor es una torre poderosa a la que acuden los justos en busca de protección.” Proverbios 18:10 DHH.

El rey Salomón, afirma que hay un solo nombre a quien las personas deben correr para encontrar protección y salvación para sus vidas, ese nombre es el nombre del Señor. Yahvé el Dios Todopoderoso . Él es la torre poderosa, fortificada, impenetrable, donde todas las personas pueden encontrar la verdadera protección. Las torres hechas por manos humanas son fácilmente penetrables, pero la protección de Dios es impenetrable, por eso, Él es un lugar de refugio seguro para todos aquellos que confían en Él. En momentos de aflicción o de peligro los justos pueden correr confiadamente a sus brazos para encontrar alivio, consuelo y salvación. Gracias a nuestra fe en el santo nombre de Jesucristo, somos declarados justos delante de Dios, y podemos correr confiados a nuestra torre fuerte, a nuestro amparo y fortaleza, a nuestro pronto auxilio en momentos de angustia y tribulaciones. Él nos salvará de todo peligro y pecado, y nos da la seguridad de una vida eterna junto a Él.