EL PODER DEL EVANGELIO

EL PODER DEL EVANGELIO.

Por sí mismo, el hombre no puede abandonar sus pecados y empezar a llevar una vida justa en conformidad a las demandas de Dios. Esto se debe a que la fuerza de voluntad del hombre es débil, por lo cual sede con total facilidad a los impulsos y deseos perversos de su naturaleza carnal que le mantiene totalmente cautivo. El hombre para abandonar el pecado necesita la ayuda del eterno Creador. Dios en su amor y misericordia, proveyó esta ayuda al hombre para que pueda abandonar sus pecados y tener ese cambio de vida que le acerque más a llevar una vida de total obediencia a la voluntad de su Señor. Esta ayuda Divina es el evangelio anunciado por Cristo Jesús, tal como lo afirma el apóstol pablo: “Esa misma Buena Noticia que llegó a ustedes ahora corre por todo el mundo. Da fruto en todas partes mediante el cambio de vida que produce, así como les cambió la vida a ustedes desde el día que oyeron y entendieron por primera vez la verdad de la maravillosa gracia de Dios.” Colosenses 1:6 NTV.

La palabra de Dios tiene el poder para transformar la vida de cualquier hombre, no importa cuán terrible pecador sea. El evangelio de Cristo tiene el poder para quebrantar los corazones más duros y transformarlos en corazones sensibles a la voz de Dios, por eso están efectivo al momento de transformar la vida del pecador. El evangelio anunciado por Cristo no ha sufrido transformaciones a lo largo de los tiempos, ha permanecido tal cual, y ha sido predicada íntegramente por todo el mundo por diferentes siervos fieles a la cruz de Cristo. La buenas nuevas de salvación pese a no haber sufrido transformaciones, se ha mantenido efectivo para transformar la vida de millones de personas alrededor de todo el mundo, y lo seguirá haciendo por muchos años más, o hasta el momento del regreso glorioso de Cristo Jesús a este mundo.

Este poder transformador del evangelio de Cristo se manifiesta únicamente cuando nosotros entendemos la profunda verdad de la multiforme gracia de Dios. Este entendimiento de la gracia Divina, transforma por completo nuestro ser y nos lleva a mantener una adecuada y estrecha relación con nuestro Creador. Además, entender el evangelio, transforma nuestra actitud y nuestra conducta en nuestra relación con las personas que están a nuestro alrededor, y no solo eso, sino que también cambia completamente nuestro propósito de vida, y hace que ya no busquemos más servirnos a nosotros mismos, sino servir a Cristo Jesús y a nuestro prójimo. Si anhelamos que la maravillosa gracia de Dios siga transformando el corazón de millones de personas alrededor del mundo, debemos seguir compartiendo el evangelio que transformo nuestras vidas y nos dio la posibilidad de vivir eternamente en el reino de los cielos.