ADORACIÓN SOLO A DIOS

ADORACIÓN SOLO A DIOS

SALMOS 106:19 Los israelitas hicieron un becerro en el monte Sinaí; se inclinaron ante una imagen hecha de oro. 20 Cambiaron a su glorioso Dios por la estatua de un toro que come hierba. 21 Se olvidaron de Dios, su salvador, quien había realizado tantas grandezas en Egipto: 22 obras tan maravillosas en la tierra de Cam, hechos tan asombrosos en el mar Rojo. NYV.

En el día de hoy, la mayoría de los seguidores de Cristo, son enérgicos al afirmar que no tienen ninguna clase de ídolos en sus vidas. Ellos afirman que no hay nada en el mundo que ocupe el lugar que tiene Dios en sus corazones. Pero tal afirmación , no es sincera en algunos cristianos, pues tienen algo, o alguien que ocupa el primer lugar en sus vidas. Ese algo o alguien, con el pasar de los tiempos, termina por desplazar a Dios del corazón del hombre.

En el pasado, el pueblo hebreo había hecho la promesa de adorar al único Dios verdadero, y que no se harían ídolos para adorarlos, pero esa promesa no duró mucho tiempo, ya que antes de que Moisés pudiera descender del Monte Sinaí con la ley de Dios, el pueblo hizo un becerro de oro y lo adoró. El pueblo hebreo durante mucho tiempo había convivido entre los egipcios, quienes tenían la costumbre de adorar a diversos dioses, esa costumbre adoptó Israel, por eso al ver que no tenían noticias de Moisés, se hicieron un ídolo y lo adoraron. El hombre no puede mantener una promesa por mucho tiempo, es débil y sede a los deseos de la carne con total facilidad. Además, fácilmente tienden a adoptar costumbres y hábitos de otros.

Con este acto reprochable, los israelitas cambiaron la gloria del único Dios verdadero por la semejanza de un buey que come hierba. Ellos adhirieron al Baal de Peor en actos de veneración de los muertos y licencia sexual. Los israelitas en lugar de reconocer a Dios como su Salvador de Egipto, dieron todo el honor a un becerro inanimado. Aunque los israelitas pretendían adorar al eterno Creador bajo el símbolo del becerro, con todo como esto era incompatible con la naturaleza divina de Dios, en realidad los israelitas habían abandonado por completo a su Creador. En vez del Señor de los cielos, ellos tuvieron por su gloria la imagen de un buey, que nada hace sino comer pasto.

La idolatría del pueblo hebreo fue tanto más pecaminosa en vista de su reciente experiencia del poder de Dios en Egipto y las obras tan maravillosas en la tierra de Cam, y hechos tan asombrosos en el mar Rojo. Israel tan pronto había olvidado el despliegue del poder de Dios en su favor. Al igual que el pueblo hebreo, los cristianos rápidamente se desvían del camino de la salvación que conduce a la vida eterna, y vuelven a las viejas prácticas pecaminosas, olvidándose por completo del sacrificio que Cristo Jesús realizó en la cruz del calvario para perdonar sus pecados y rescatarlos de la condenación eterna. El hombre fácilmente olvida las cosas buenas que provienen de las manos de Dios.

Queridos hermanos, muchas veces los seguidores de Cristo piensan que no se fabrican ídolos como lo hizo el pueblo hebreo en el pasado para rendirle culto y adoración, pero la realidad es que cada cristiano constantemente se está fabricando ídolos, pero no ídolos de oro, plata o bronce, sino ídolos de otras características. El cristiano tiende a remplazar la adoración al único Dios verdadero, cuando pone las cosas de este mundo primero antes que a Dios. Hermanos, la familia, amigos, trabajo, estudios, pasatiempos, o el dinero, son algunos de los nuevos ídolos que usurpan el lugar que corresponde a Dios en nuestras vidas. Si alguno de estos nuevos ídolos se ha vuelto una prioridad en nuestras vidas antes que la adoración a Dios, debemos desechar a esos ídolos de nuestro corazón y darle la preeminencia a Cristo en nuestras vidas. Él es el único que se merece nuestra total adoración.