Un corazón sin rencor

SERIE BÍBLICA UN CORAZÓN CONFORME AL DE DIOS

Tema: Un corazón sin rencor

Texto Bíblico: 2 Samuel 19:16-23

16 Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de Benjamín, se apresuró a cruzar junto con los hombres de Judá para darle la bienvenida al rey David. 17 Otros mil hombres de la tribu de Benjamín estaban con él, entre ellos Siba, el sirviente principal de la casa de Saúl, los quince hijos de Siba y sus veinte sirvientes. Bajaron corriendo hasta llegar al Jordán para recibir al rey. 18 Cruzaron los bajíos del Jordán para llevar a todos los de la casa del rey al otro lado del río, ayudándolo en todo lo que pudieron. Cuando el rey estaba a punto de cruzar el río, Simei cayó de rodillas ante él. 19 Mi señor el rey, por favor, perdóneme le rogó. Olvide la terrible cosa que su siervo hizo cuando usted dejó Jerusalén. Que el rey lo borre de su mente. 20 Estoy consciente de cuánto he pecado. Es por eso que he venido aquí este día, siendo el primero en todo Israel en recibir a mi señor el rey. 21 Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo: ¡Simei debe morir, porque maldijo al rey ungido por el SEÑOR! 22 ¿Quién les pidió su opinión a ustedes, hijos de Sarvia? exclamó David. ¿Por qué hoy se han convertido en mis adversarios? ¡Éste no es un día de ejecución, sino de celebración! ¡Hoy he vuelto a ser el rey de Israel! 23 Entonces, volviéndose a Simei, David juró: Se te perdonará la vida. 

ILUSTRACIÓN.

Se cuenta que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una revolución, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo rodeaban: “Vamos. Seguidme. Pronto destruiré a mis enemigos.” Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, él trató afablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él de nuevo. Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de todos aquellos que se habían sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que el emperador trataba humanitariamente y hasta con cariño a quienes habían sido rebeldes.

Entonces el primer ministro preguntó con enojo al emperador: ¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Dijisteis que veníamos a destruir a vuestros enemigos. Los habéis perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los habéis tratado.

Entonces el emperador, con actitud generosa, dijo: Os prometí destruir a mis enemigos; y todos vosotros veis que ya nadie es enemigo mío: a todos los he hecho mis amigos.

¿Qué es el rencor?

Rencor es el resentimiento que persiste en el tiempo.  Al experimentar rencor, la persona aún no ha perdonado a aquel que le provocó el disgusto o la irritación. De este modo, cada vez que aparezca algo que lo lleve a pensar en la situación que motivó su enojo, sentirá rencor y actuará en consecuencia.

Desarrollo de la predica

Contexto

• El regreso de David a Jerusalén
• Simei

Un corazón rencoroso.

1. Es vengativo

Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo: ¡Simei debe morir,

2. No se olvida del agravio

¡Maldijo al rey ungido por el SEÑOR! 2 Samuel 16:5–14

3. Aprovecha la ocasión para vengarse

Simei había ido a pedir perdón a David por haberle ofendido.

Un corazón sin rencor

1. No escucha a los impulsores de la venganza V. 22a

¿Quién les pidió su opinión a ustedes, hijos de Sarvia? exclamó David. ¿Por qué hoy se han convertido en mis adversarios?

2. Se pone en el lugar de su opositor

Simei descendiente de la tribu de Benjamín, tribu a la que pertenecía la familia de Saúl, tenía motivos para rechazar a David y David lo entendió así,

3. Tiene presente sus faltas ante Dios

Reconozco que he pecado contra Dios, y que he hecho lo que a él no le gusta. Natán le contestó: Por eso mismo Dios te ha perdonado, y no vas a morir. 2 Samuel 12:13

4. Reconoce el favor de Dios V. 22c

¡Éste no es un día de ejecución, sino de celebración! ¡Hoy he vuelto a ser el rey de Israel!

5. V. 23

Entonces, volviéndose a Simei, David juró: Se te perdonará la vida.

Conclusión

Un corazón libre de rencor, se olvida de las ofensas pasadas a pesar de que existan personas que incentiven a la venganza. Reconoce que él mismo fue un ofensor y como fue perdonado. Reconoce el favor de Dios en su vida. Un corazón sin rencor esta dispuesto a extender un sincero perdón, decide no acordarse más de sus ofensas.

Aplicación

David tenía un corazón suficientemente grande como para perdonar. Debemos recordar que, al perdonarnos, Dios nos acepta por el amor de Cristo, sin tener en cuenta el pasado, y eso lo deberíamos hacer también con los demás. Cualquier ventaja que se derive de desquitarnos no es nada comparada con el placer que viene de ser capaces de perdonar, no a regañadientes, sino con el gozo de saber que también nosotros hemos sido perdonados en Cristo.