IDOLATRÍA

IDOLATRÍA

La adoración a los ídolos e imágenes está tan impregnada en la mente y en el corazón de las personas, tanto que no les importa que sean objetos inanimados de oro, plata y cualquier otro material perecedero. Además, estos objetos de adoración son obras creadas por las manos de hombres y, por consiguiente, son inferiores a los hombres. La mayoría de los ídolos e imágenes tienen ojos, pero no pueden ver, tienen boca, pero no pueden hablar, tienen oídos, pero no pueden oír, tienen extremidades, pero no pueden moverse por sí solos, pero pese a todo, son adorados y venerados como si fuesen verdaderos dioses con poderes infinitos. La adoración a estos objetos inertes, ofende en gran manera a Dios, ya que la adoración por parte del hombre, solo le pertenece a Él, pues Él con su infinito poder creo absolutamente todo lo que existe en el universo, incluyendo a los seres humanos. Solo Dios es digno de suprema adoración por toda la eternidad. Salmos 135-15.