Jesus Is Life

¿CONDENACIÓN O VIDA ETERNA?

¿CONDENACIÓN O VIDA ETERNA?

En este mundo, muy pocas personas pueden quebrantar las leyes de una nación a su antojo, y caminar campantes sin recibir las consecuencias de sus actos, pero la mayoría de personas no disfruta de estos privilegios, pues si son atrapados infringiendo algunas de las leyes que rigen en la nación, tendrán que pagar las consecuencias de sus actos, sean con su detención en los centros penitenciarios, o con el pago de una multa económica, todo dependerá de la gravedad de la infracción. Algunas personas tendrán impunidad al momento de quebrantar las leyes humanas, pero no correrán con la misma suerte si quebrantan las leyes divinas, porque ninguna persona que comete pecado, goza de impunidad delante de Dios. Todos sin excepción recibirán las consecuencias de sus actos pecaminosos tal como lo declara las Sagradas Escrituras. “Los que viven sólo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte. Pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna.” Gálatas 6:8 NTV.

Ninguna persona puede pecar y gozar de impunidad en la presencia de Dios Padre, aunque parezca que sí, ya que las consecuencias del pecado no son de manera inmediata, pues Dios es paciente y da tiempo a los pecadores para que recapaciten de sus acciones perversas, pero si no muestran arrepentimiento en ese tiempo, irremediablemente Dios descargará su castigo en la vida de los pecadores. Los resultados del pecado no sólo son inevitables sino extremadamente amargos, pues todo aquel que cometa pecado, sufrirá sus graves consecuencias como la separación definitiva de la presencia de Dios Padre y la condenación a una eternidad de sufrimiento en el lago de fuego en el final de los tiempos.

El pecado antes del tiempo de la condenación, parecerá algo placentero, relajante y alegre, pero cuando llegue el tiempo determinado para su castigo, vendrá el tiempo de tristeza profunda, llanto, y dolor incesante. Para no ser víctimas de las consecuencias funestas del pecado, mejor es que llevemos una vida bajo la voluntad de Dios. Este estilo de vida libre del pecado, le agrada al Espíritu Santo que mora en el interior de las personas que han aceptado el sacrificio realizado por Cristo Jesús en la cruz. Una persona que vive para agradar al Espíritu Santo, cosechará de Él vida eterna en el reino de los cielos. De cada uno de nosotros depende que queremos para nuestra eternidad. Si queremos una eternidad de sufrimiento, llanto y dolor, podemos seguir disfrutando de todos los placeres de este mundo, pero si queremos una eternidad de gozo y alegría en la presencia de Dios Padre, abandonemos definitivamente los placeres de este mundo y empecemos a llevar una vida que le agrade al Espíritu Santo que mora en nuestro interior.

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
3
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x