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ARMONÍA PERFECTA

ARMONÍA PERFECTA

ZACARÍAS 6:9 … recibí otro mensaje del SEÑOR: 10 Heldai, Tobías, y Jedaías traerán obsequios de plata y oro de los judíos desterrados en Babilonia. En cuanto lleguen, encuéntrate con ellos en la casa de Josías, hijo de Sofonías. 11 Acepta sus obsequios y, con la plata y el oro, haz una corona. Entonces coloca la corona en la cabeza de Jesúa hijo de Josadac, el sumo sacerdote. 12 Dile: “El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales declara: Este es el hombre llamado la Rama. Él echará ramas desde donde está y construirá el templo del SEÑOR”. 13 … Entonces recibirá el honor real y desde su trono gobernará como rey; también desde su trono servirá como sacerdote y habrá armonía perfecta entre sus dos oficios. NTV.

Después de que el rey de Persia dio el decreto para que todos los exiliados que vivían en las tierras del imperio babilonio puedan regresar a sus tierras de origen, el pueblo judío que se había encontrado cautivo por más de 70 años en esas tierras, se acogió a ese decreto y regresó a la tierra que Dios había entregado a sus antepasados como posesión perpetua. Cuando los judíos llegaron a su anhelada patria natal, vieron lo devastado que habían quedado sus ciudades y el templo que el rey Salomón había construido para Dios. Al ver estas ruinas, el sentir de todo el pueblo era de iniciar inmediatamente con los trabajos de reconstrucción de su amada nación para que vuelva a tener la misma gloria que había tenido en tiempos pasados.

Tras el decreto de Ciro en favor de los exiliados en Babilonia, no todos los judíos regresaron a su patria de origen, sino que algunos voluntariamente tomaron la decisión de permanecer en esas tierras, porque posiblemente tenían sus vidas arregladas y habían formado sus familias. Pero cuando llegó la noticia de la reconstrucción de la ciudad y del templo de Jerusalén, muchos judíos que todavía estaban en las tierras caldeas, empezaron a retornar a Israel, pues ellos también querían tener parte en esa reconstrucción. Los judíos de este segundo grupo que retornaron a Israel no se fueron con las manos vacías, fueron llevando oro y plata, como ofrenda para la reconstrucción del templo de Jerusalén. En este grupo estaban Heldai, Tobías y Jedaías.

En medio del retorno de este grupo de exiliados, el profeta Zacarías recibio un nuevo mensaje de parte de Dios. El Creador ordenó al profeta que tomara las ofrendas de oro y plata de Heldai, Tobías y Jedaías, y los llevara a la casa de Josías hijo de Sofonías para que este haga unas coronas reales con esas ofrendas. Además, el Creador ordenó que esa corona debía ser puesta en la cabeza del sacerdote Josías. La orden del Creador, era muy rara para el pueblo judío, pues la corona representaba el reinado del hombre sobre el pueblo. Jesúa no procedía de la línea real (Linaje real), él procedía de la línea sacerdotal. Para un judío ver a un sacerdote coronado era muy extraño, y que llegase a cumplir las funciones reales y sacerdotales aún peor. Aunque el pueblo judío no pudiera entender este mensaje, el profeta Zacarías tenía que cumplir las órdenes de Dios y coronar al sacerdote Jesúa, y darle el mensaje de Dios para él. Las órdenes de Dios tenían una revelación implícita de lo que iba a suceder en el futuro, donde el renuevo tendría en su ser las dos funciones, la función real y la función sacerdotal. La coronación de Jesúa era una notable prefiguración de la coronación del Mesías prometido a Israel. Para Zacarías la idea de un renuevo está en que la gloria del Mesías está creciendo, no manifestado todavía como árbol plenamente desarrollado pero que se manifestará en un futuro.

Queridos hermanos. Jesúa con la bendición del Señor de los Ejércitos Celestiales, tras su coronación, iba a tener la capacidad para cumplir armónicamente con sus funciones sacerdotales en el templo, y con sus funciones gubernamentales dentro de la nación hebrea. Esta capacidad para cumplir estas dos funciones de manera armónica, no ha podido ser replicado por los creyentes que han participado en la política de sus naciones. Ya que los creyentes que han participado en la política, han abandonado sus funciones sacerdotales para cumplir sus funciones gubernamentales. Ellos han preferido esta segunda función antes que la función que el Señor de los Ejércitos Celestiales les delegó tras su conversión. Hermanos. A todos los que hemos recibido a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, Él nos ha delegado una importante función, la función de ser sus sacerdotes. Como sacerdotes debemos cumplir esta función de la mejor manera posible, para honrar y glorificar a nuestro Sumo sacerdote Cristo Jesús. Por nada del mundo debemos cambiar nuestro sacerdocio por otras funciones, aunque parezcan más rentables para nuestra vida en este mundo.

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