NUESTRO GRAN JEFE DE SACERDOTES
NUESTRO GRAN JEFE DE SACERDOTES
La justicia divina demanda un justo castigo sobre todos los que trasgredan las leyes establecidas por el eterno Creador antes de la creación del mundo. Este castigo es la muerte, pero Dios en su amor y misericordia por la humanidad, hizo posible que exista un sustituto que pagara la culpa del trasgresor de la ley. Este sustituto en el tiempo del Antiguo Testamento fue un animal puro. Estos animales debían ser sacrificados como sustitutos por los pecados de los hombres, y el ritual debía ser realizado explícitamente por los sacerdotes que estaban al servicio de Dios. Este ritual sacrificial que fue una ordenanza para el pueblo hebreo, fue sustituido cuando Cristo Jesús se ofreció como sacrificio perfecto por todos los pecados de la humanidad. Jesucristo no solo fue el sacrificio, sino que también, Él ofreció ese sacrificio, ya que Él es el gran jefe de todos los sacerdotes, tal como lo declara el escritor de la carta a los Hebreos: “Jesús es el Hijo de Dios, y es nuestro gran Jefe de sacerdotes, que ha subido al cielo. Por eso debemos seguir confiando en él.” Hebreos 4:14 TLA.
Para el pueblo hebreo, el sumo sacerdote era la autoridad religiosa máxima en todo el reino, ya que él era el único que podía reconciliar al pueblo con su Dios. Con este propósito, el sumo sacerdote tenía la autorización de entrar al lugar santísimo del templo una vez al año, para ofrecer sacrificios por los pecados de toda la nación. Así como el sumo sacerdote era el mediador entre su pueblo y Dios en el pasado, en el presente, Jesucristo es el mediador entre Dios y nosotros, ya que Él presidió el único y el más importante sacrificio, y gracias a ese ofrecimiento sacrificial, fuimos liberados definitivamente de toda condenación. Como Hijo de Dios, Cristo es superior a los sacerdotes y su sacerdocio es supremamente superior al de los sacerdotes terrenales, por eso Él tiene mayor autoridad que los sumos sacerdotes judíos del pasado. A diferencia del sumo sacerdote que podía estar delante de Dios solo una vez al año, Cristo siempre está a la diestra de Dios, intercediendo por nosotros. Él siempre está dispuesto a escucharnos cuando oramos.
Gracias a esta certeza de que Jesucristo está permanentemente en la presencia de Dios Padre, nosotros podemos confiar plenamente en Él. Nosotros que hemos aceptado su precioso sacrificio, podemos tener la certeza de que todos nuestros pecados fueron borrados definitivamente y no seremos condenados, más bien tendremos la dicha de poder vivir eternamente en el reino de los cielos junto a nuestro amado padre Celestial. Además, tenemos la confianza de que podemos acudir a nuestro Señor siempre que nos encontremos en situaciones difíciles y complicadas, para buscar su oportuna ayuda, o simplemente cuando tengamos el deseo de ser escuchados.
… [Trackback]
[…] Read More here on that Topic: jesusislife.net/2023/11/09/nuestro-gran-jefe-de-sacerdotes/ […]