CONFIANZA PLENA EN CRISTO

CONFIANZA PLENA EN CRISTO

Es fácil para todos los creyentes decir a viva voz que confían plenamente en el Hijo de Dios, pero cuando esa fe es puesta a prueba, con regularidad desvanece como las palabras que las lleva el viento. Cada día, gran número de creyentes alrededor del mundo, pierden la oportunidad de recibir grandes bendiciones de las manos generosas del Señor, por no demostrar una fe férrea en tiempos específicos en los cuales, la fe en Cristo Jesús debe ser manifestada por todo lo alto. Tiempos específicos como en los días de pruebas y aflicciones. Pero aquellos que manifiestan una fe verdadera o genuina en estos tiempos, siempre recibirán las dádivas del Señor, tal como los hombres que recibieron sanidad por su fe férrea en Cristo: “Entonces Jesús les tocó los ojos y dijo: Por haber confiado en mí, serán sanados.” Mateo 9:29 TLA.

La fe en el Señor no debe ser solo de palabras, sino debe ser de todo corazón, porque una fe manifestada desde el interior del corazón, no desvanecerá en tiempos de pruebas y aflicciones, sino que se hará más fuerte todavía, porque en su mente y en su corazón no tiene dudas del poder infinito de su Señor para resguardar sus vidas en esos tiempos difíciles y angustiosos. Además, tiene la completa certeza de que Él les dará la victoria sobre pruebas y aflicciones que les pueda sobrevenir. Si la fe de los creyentes siempre fuera como la fe de los hombres que fueron sanados por el Señor, sin duda recibirían grandes dádivas, porque el poder del Señor no tiene límites para obrar en favor de los hombres que confían plenamente en Él.

Si en estos momentos estaríamos atravesando por una enfermedad catastrófica como el cáncer, cual sería nuestra respuesta si el Señor nos preguntara: ¿Quieres ser sanado? La mayoría responderíamos que sí, pero ¿cuántos de nosotros tendríamos la completa certeza de que realmente seremos sanados de ese cáncer en ese mismo instante? El deseo del corazón es uno, pero la certeza del corazón es otro. La mayoría de nosotros al estar atravesando por situaciones difíciles y complicadas, solo tenemos el deseo de que el Señor nos ayude a salir de esa situación, pero no tenemos la completa convicción de que Él realmente nos ayudará, debido a esa duda en nuestro corazón es que no recibimos lo que deseamos, y pensamos erróneamente que el Señor no nos ayudó. Para recibir algo del Señor, no solamente tenemos que desear, sino que debemos tener la convicción de que Él realmente lo hará. Una fe verdadera o genuina en Cristo Jesús, nos ayudará a ver lo que todavía no es, pues tendremos por hecho de que todo lo que pidamos al Señor en oración lo podrá hacer en nuestro favor, pero siempre y cuando nuestras oraciones estén alineadas a Su voluntad.