SANTIDAD

SANTIDAD

Al momento que empezamos a asistir de manera regular a la iglesia y participar activamente en las diferentes actividades o ministerios, erróneamente solemos pensar que ya estamos llevando una vida santa conforme a la voluntad de Dios. Pero el asistir a la iglesia y participar activamente, no nos hace llevar una vida santa. La santidad que Dios demanda de nosotros va más allá. A parte de congregarnos y ser miembros activos, nosotros debemos apartarnos de todas las cosas impuras de este mundo. Esto implica, no ceder a los deseos de nuestra carne o vieja naturaleza, apartarnos de las tentaciones y el pecado, incluso debemos apartarnos de las personas que nos incitan a pecar, y no solo eso, sino que también constantemente debemos vivir en conformidad a la voluntad de nuestro Señor. Cumplir todos estos parámetros para llevar una vida de santidad, es difícil pero no es imposible, ya que es un proceso continuo de crecimiento espiritual y obediencia a Dios. 2 Corintios 6:17.