NO SE DEBE COQUETEAR
NO SE DEBE COQUETEAR.
EZEQUIEL 23:36 El SEÑOR me dijo: Hijo de hombre, debes acusar a Aholá y Aholibá de todos sus pecados detestables. 37 Ellas han cometido adulterio y homicidio: adulterio al rendir culto a ídolos y homicidio al quemar en sacrificio a los hijos que me habían dado. 38 ¡Además, contaminaron mi templo y profanaron mi día de descanso! 39 ¡El mismo día que ofrecieron a sus hijos en sacrificio a ídolos, se atrevieron a venir a mi templo para adorar! Entraron y contaminaron mi casa. 49 Ustedes recibirán su merecido por su prostitución: por rendir culto a ídolos. Así es, recibirán todo el castigo. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR Soberano. NTV.
En este mundo lleno de maldad y pecado, hombres y mujeres se pervierten por igual, pues pese a tener una pareja sexual, buscan a otra para satisfacer sus deseos más perversos, traicionando de esa forma a la persona a la cual habían prometido amor eterno. Esto de la traición no solo ocurre dentro del aspecto físico sino también dentro del aspecto espiritual. Ya que muchas personas tras llevar muchos años de haberse convertido a Cristo, vuelven a coquetear con las cosas del mundo, o simplemente no se apartaron definitivamente de ella, sino que permanecieron practicando a escondidas todas las cosas de su vieja naturaleza. Las personas que traicionan a su pareja con otra y los creyentes que traicionan a Dios con los placeres de este mundo, o la adoración a otros dioses e ídolos, no son nada diferentes, ambos son culpables de cometer adulterio y fornicación delante de Dios.
El pueblo hebreo había aceptado a Yahvé como su único Dios, pero no permanecieron fieles a ese pacto, sino que la quebrantaron y rendieron adoración a los dioses de las naciones paganas y a sus ídolos e imágenes, prostituyéndose así de esa manera. Y no conformes con eso, quebrantaron las normas de convivencia que les había entregado para que vivan en completa armonía. Al quebrantar estas normas de convivencia, los israelitas fueron muy lejos, ya que se aprovecharon de las personas más vulnerables del reino, despojándoles de todas sus pertenencias, además asesinaron a todos aquellos que no estaban de acuerdo con el estilo de vida que habían empezado a llevar.
Con el abandono a Dios, la religiosidad del reino estaba totalmente depravada, pues como parte de su culto y adoración a los dioses paganos, a los ídolos e imágenes, sacrificaron a sus propios hijos sin ninguna clase de temor a Dios. Además, contaminaron el templo y profanaron el día de descanso, ya que el mismo día que ofrecían a sus hijos en sacrificio a los ídolos en los lugares altos, se presentaban a rendir adoración a Dios en el Templo que Salomón había construido con tanto amor para la adoración del único Dios verdadero. Con estas acciones perversas, el pueblo hebreo hizo que la adoración a Dios se convirtiera en una burla. No se puede alabar a Dios y pecar voluntariamente al mismo tiempo, pues esto es una burla para el Señor.
Por esto, Dios pidió al profeta Ezequiel que denunciara los pecados tanto de Aholá y Aholibá, estos dos nombres representaban al reino dividido del pueblo hebreo. Aholá representaba al reino de Israel, y Aholibá representaba al reino de Judá. Las dos naciones eran culpables de los mismos pecados y Dios estaba dispuesto a derramar su terrible ira sobre ellas. Dios iba a castigar severamente a Israel y a Judá por haberse prostituido, por rendir adoración a los dioses paganos, por aprovecharse de los más vulnerables, por asesinar a los pocos justos, por contaminar Su templo y profanar Su día de descanso. Todas estas eran las acusaciones contra estas naciones, y recibirían el merecido castigo para que conozcan que Dios, es el Señor soberano de todas las naciones del mundo.
Queridos hermanos. La religión del pueblo hebreo era sincretista, ya que ellos habían empezado a mezclar el culto y la adoración al Señor con la idolatría y el paganismo, por eso adoraban a los dioses paganos por medio de sacrificios y se presentaban el mismo día en el templo de Jerusalén para rendir adoración al único Dios verdadero. Esta clase de práctica religiosa no ha quedado en el pasado, sigue vigente en la actualidad en la vida de muchas personas que dicen ser cristianos, ya que ellos mezclan elementos de la Biblia con judaísmo, paganismo, religión oriental, humanismo y psicología. Esta clase de adoración no le agrada para nada a Dios, y a su debido tiempo derramara su ira tal como lo hizo sobre el pueblo hebreo. Hermanos. Nuestra adoración a Dios debe ser integra y no una mezcla de elementos de las otras religiones paganas. Si nosotros nos llamamos seguidores de Cristo, no debemos coquetear con las otras religiones, ni con la adoración a ídolos e imágenes, ni tampoco con las cosas del mundo. Debemos apartarnos de todo eso, y permanecer en completa santidad para adorar a nuestro amado Señor.