SIEMPRE TENDREMOS EL CUIDADO DE DIOS

SIEMPRE TENDREMOS EL CUIDADO DE DIOS

En diferentes partes del mundo la violencia, el caos, la falta de empleo u otros factores han hecho que miles de personas hayan tenido que dejar sus países de nacimiento y trasladarse a otros lugares para buscar la paz o el bienestar. En los relatos de las Sagradas Escrituras podemos encontrar muchos personajes que tuvieron que dejar sus países de origen y dirigirse a otros muy diferentes a la de sus hogares. Uno de estos personajes fue, Rut la moabita: “Booz le contestó: Ya me han contado todo lo que has hecho por tu suegra, después de que murió tu esposo. Sé que dejaste a tu familia y tu país para venir a vivir con nosotros, que somos gente totalmente desconocida para ti. ¡Que Dios te premie por todo lo que has hecho! ¡Que el Dios de Israel, en quien ahora buscas protección, te haga mucho bien!” Rut 2:11-12 TLA.

Tras la muerte de su esposo, Rut tomó la dura decisión de abandonar su nación y acompañar a su suegra Noemí a la tierra de sus padres pese a que ella le había insistido que se quedara en su nación de origen junto a sus familiares. Rut al tomar esta decisión, voluntariamente abandonó todas las costumbres y tradiciones de su pueblo, y adoptó las costumbres y tradiciones de la tierra de su suegra. No le importó dejar atrás todo y emprender un nuevo rumbo en la compañía de Noemí. La noticia de Rut, rápidamente se expandió por la nación hebrea y llegó a los oídos de Booz, quien era un familiar lejano del esposo de Noemí. A Booz le conmovió la historia de Rut, por eso cuando ella fue ha cosechar a su campo, la bendijo con una oración al Señor, el Dios de Israel.

Es difícil empezar desde cero en una nación donde las costumbres y tradiciones son muy diferentes a las nuestras, pero si por algún motivo nos ha tocado hacerlo, podemos tener la certeza que en esa nueva nación, nunca hemos estado solos, siempre hemos tenido el cuidado y la protección de Dios. Él no nos ha abandonado, siempre ha permanecido cerca de nosotros para darnos la fuerza y la fortaleza que hemos necesitado para seguir adelante. Si en algún momento le toca dejar su país, puede tener la certeza que el Señor le va a acompañar y que va ha estar cerca de usted en todo momento y en todo lugar tal como lo estuvo con Rut. Al lugar a donde vayamos a tomar nuestro nuevo rumbo, debemos tomar la decisión de que el Señor va ha ser Quien dirija nuestras vidas y vamos ha tratar de vivir conforme a Su voluntad.