PRUEBA DE FE

PRUEBA DE FE.

En el momento que el Señor pide a sus seguidores que inicien una obra ministerial, la mayoría de sus siervos no inician inmediatamente con la obra, sino que esperan a que el Señor les provea de todo lo necesario para poder emprender. A lo largo de la historia bíblica, Dios siempre ha tratado de probar la fe de sus siervos, pidiéndoles que hagan cosas difíciles y complicadas por Él. Algunos de sus siervos pasaron con éxito la prueba, pero muchos otros no la pasaron, ya que dudaron del poder de Dios para ayudarles a cumplir con la encomienda. Uno de los hombres que pasó la prueba de la fe fue Noé, y su nombre quedo registrada entre los hombres prominentes de la fe. “Noé confió en Dios y, por eso, cuando Dios le avisó que sucederían cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó un barco para salvar a su familia. Por su confianza en Dios, Noé recibió las bendiciones que Dios da a todos los que lo obedecen. También por su confianza en Dios, Noé hizo que la gente de este mundo fuera condenada.” Hebreos 11:7 TLA.

Debido al cambio climático que ha sufrido el planeta en los últimos tiempos, en la actualidad se pueden escuchar que pueblos y ciudades completas han quedado inundadas a causa de lluvias torrenciales, pero en los tiempos de Noe, el mundo no había experimentado lluvias torrenciales con la capacidad de inundar ciudades o pueblos completos. Sin embargo, Noe no dudó de las palabras de Dios, ni tampoco esperó una señal para ponerse en marcha en la construcción del barco que salvaría su vida y la vida de toda su familia. Ante la disposición de Noe a obedecer su mandato, Dios le proveyó de todos los materiales necesarios para que culminara con éxito la magna obra encomendada. Ante cualquier encomienda del Señor, la disposición es lo primordial, si el creyente no tiene esta disposición, siempre encontrará un pretexto para no iniciar la obra encomendada.

Cada uno de nosotros somos llamados para cumplir la voluntad de nuestro Señor, por eso, ante cualquier solicitud que Él nos haga, debemos estar siempre dispuestos a obedecerlo, no nos debe importar si la tarea es complicada, solo debemos estar predispuestos a hacerlo. Si en algún momento el Señor nos pide que iniciemos una nueva obra o un ministerio, no esperemos que el Señor nos provea de todo lo necesario para poder iniciar la obra, más bien, empecemos inmediatamente a cumplir con lo que el Señor nos ha pedido, confiando que en el transcurso de nuestra obra, Él nos proveerá de todo lo necesario para que culminemos con éxito su encomienda. Anhelemos que nuestros nombres también queden registrados entre los hombres preeminentes de la fe.