Jesus Is Life

RECOMPENSA A LA FIDELIDAD

RECOMPENSA A LA FIDELIDAD.

JEREMÍAS 40:2 El capitán de la guardia mandó llamar a Jeremías y le dijo: «El SEÑOR tu Dios trajo desastre a esta tierra 3 tal como dijo que haría, pues este pueblo ha pecado contra el SEÑOR y lo desobedeció. Por eso ocurrió. 4 Ahora voy a quitarte estas cadenas y a dejarte libre. Si quieres venir conmigo a Babilonia, eres bienvenido. Me ocuparé de que seas tratado bien, pero si no quieres venir, puedes quedarte aquí. Toda la tierra está ante ti, puedes irte a donde quieras. 5 … Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, le dio a Jeremías algo de comida y dinero y lo dejó ir. 6 Entonces, Jeremías regresó a Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa, y vivió en Judá con los pocos que se quedaron en la tierra. NTV.

Al encontrarse en medio de una guerra, las personas sienten miedo de que algo malo les pueda suceder, pero el profeta Jeremías cuando Jerusalén fue invadida por los babilonios no tuvo miedo, porque el Señor le había prometido que el ejército babilonio no lo iba a lastimar, ya que ellos eran un instrumento enviado por el Señor para castigar la maldad del pueblo elegido. El profeta, pese a la maldad reinante en su pueblo, no se contaminó por ella, más bien procuró apartarse de la maldad y mantener una estrecha relación con el Señor, por eso cuando todo el pueblo estuvo sufriendo en la invasión de los babilonios, él se mantuvo tranquilo, pues tenía la certeza de que Dios le iba a proteger y cumplir la promesa que le había dado. El cumplimiento de esa promesa llegó cuando Nebuzaradán lo encontró y liberó tal cual fueron las órdenes de Nabucodonosor, rey del imperio Babilónico.

Nabucodonosor al igual que su ejército, había escuchado del Dios de los hebreos, también se habían enterado de las advertencias que le había dado al pueblo judío, esto lo hizo saber Nabuzaradán a Jeremías después de que lo liberó de las cadenas. El capitán babilonio, quien no conocía personalmente a Dios, reconoció que el Dios de los hebreos, le dio la victoria a los babilonios sobre el pueblo elegido. Los babilonios reconocieron las grandezas del Señor de los ejércitos celestiales más rápido que el pueblo elegido por Dios, ellos reconocieron el poder y la majestad del Dios de los judíos, pero no le recibieron como su Dios. Resulta extraño que la gente reconozca que Dios existe y hace milagros, pero sigue sin aceptarlo. Conocer a Dios es algo más que saber acerca de Su existencia.

Una vez que Nabuzaradán liberó al profeta Jeremías, le dio la oportunidad de que vaya con él a Babilonia, ya que ahí sería bien recibido, y si lo acompañaba, él mismo se ocuparía de que sea tratado bien durante su estadía en el imperio. En Jeremías se cumple uno de los refranes más famosos, la cual es: “Nadie es profeta en su propia tierra”. Jeremías durante la mayor parte de su vida, fue despreciado por sus compatriotas, pero los babilonios estaban dispuestos a tratarlo bien si decidía ir a vivir en el imperio. El capitán de la guardia también le dio al profeta la opción de quedarse a vivir en su propia tierra junto a los suyos, pues estaba libre de irse a donde él quisiera. Cuando el profeta finalmente decidió quedarse a vivir en su tierra, Nabuzaradán, capitán de la guardia, le dio a Jeremías algo de comida y dinero. El oficial babilonio dejó totalmente en libertad al siervo de Dios. Entonces, Jeremías regresó a Gedalías, y vivió en Judá con los pocos que se quedaron en la tierra.

Queridos hermanos. Las personas cuando no ven los resultados de llevar una vida justa y correcta ante la sociedad, se desmoralizan y piensan inmediatamente en cambiar el estilo de vida que habían estado llevando hasta ese entonces, pensando erróneamente que les puede ir mucho mejor. En contraste a la mayoría de personas, el profeta Jeremías, pese a que estuvo aprisionado por sus propios compatriotas injustamente, no se desmoralizó, ni pensó en abandonar la vida de obediencia al Señor, más bien, esperó pacientemente en el Señor y el cumplimiento de sus promesas. Finalmente, la fidelidad del profeta fue recompensada, ya que el Señor no solo le liberó de la prisión, sino también que le ofreció la oportunidad de que pueda vivir cómodamente sus últimos años en Babilonia. Pero el profeta Jeremías amaba su nación, amaba a su pueblo, por eso dejó atrás todo el confort que le ofrecía Babilonia y regresó a su nación, a su pueblo, que había quedado destruida después del cautiverio de sus habitantes. Hermanos. La fidelidad a Dios siempre trae recompensas, ya que Él nunca se olvida de sus siervos, y el preciso ejemplo lo tenemos en la vida del profeta Jeremías. Después de todo lo que sufrió por servir fielmente al Señor, recibió una gran recompensa, la libertad de vivir sus últimos años donde él quisiera.

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
3 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
trackback
2 months ago

… [Trackback]

[…] Find More Information here on that Topic: jesusislife.net/2023/06/14/recompensa-a-la-fidelidad/ […]

trackback
1 month ago

… [Trackback]

[…] Info to that Topic: jesusislife.net/2023/06/14/recompensa-a-la-fidelidad/ […]

trackback
13 days ago

… [Trackback]

[…] Find More on that Topic: jesusislife.net/2023/06/14/recompensa-a-la-fidelidad/ […]

1
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x