LA GRAN RIQUEZA

LA GRAN RIQUEZA.

Es difícil que estemos contentos con lo que tenemos, pues el deseo de nuestro corazón, es siempre de acumular bienes y riquezas. Nuestro corazón, nunca esta satisfecho con lo que ya tenemos, porque todavía, hay partes de nuestro corazón que siguen bajo el control de la vieja naturaleza y no de Dios. La vieja naturaleza nos lleva a la ambición y hace que nos desviemos de los propósitos que tiene Dios para nuestra vida. Su propósito es que nuestra vida este bajo su sumisión, porque la actitud sumisa es la verdadera y gran riqueza, no solo para este mundo, sino también para la otra vida en el reino celestial. Nuestro Señor quiere que estemos contentos con todo lo que Él nos ha provisto, porque con nada venimos a este mundo y nada nos llevaremos a la otra vida. Todas las riquezas materiales que podamos amontonar, se quedaran aquí, pero nuestra sumisión a Dios nos llevará a la eternidad junto a nuestro Señor.

1Timoteo 6:6-8.