SABIOS COMO LOS PAJARILLOS

SABIOS COMO LOS PAJARILLOS.

JEREMÍAS 8:4 Jeremías, dile al pueblo: “Esto dice el SEÑOR: »‘Cuando una persona se cae, ¿acaso no vuelve a levantarse? Cuando descubre que está en un camino equivocado, ¿acaso no da la vuelta? 5 Entonces, ¿por qué esta gente continúa en su camino de autodestrucción? ¿Por qué los habitantes de Jerusalén rehúsan regresar? Se aferran a sus mentiras y se niegan a volver. 6 Escucho sus conversaciones y no oigo una sola palabra de verdad. ¿Hay alguien que esté apenado por haber hecho lo malo? ¿Alguien que diga: “¡Qué cosa tan terrible he hecho!”? ¡No! ¡Todos corren por el camino del pecado tan veloces como galopa un caballo a la batalla! NTV.

Muchas veces las personas caminan distraídos sin fijarse en donde pisan, y por no estar atentos a sus pasos, tropiezan y caen. Una persona sensata cuando se tropieza y cae, se percata de que no está atento a sus pasos, por eso, al levantarse, pone todos sus sentidos en el lugar por donde va a dar sus pisadas, porque no quiere volver a tropezarse y mucho menos caer. El eterno Creador, desde el principio de la creación, trazó un sendero por el cual debían caminar todos los hombres, un sendero libre de maldad y libre de pecado. Pero muchas personas se desvían de ese camino y tropiezan, caen en el pecado y sus consecuencias, pero una vez que caen en esa trampa mortal, no desean volver al camino trazado por el Señor, porque el camino del pecado les parece más atrayente a pesar de que les ocasione graves consecuencias.

El pueblo hebreo al desviarse del camino trazado por el Señor, sufrió sus consecuencias. Israel había sido disciplinado una y otra vez por no obedecer las leyes, mandamientos y decretos dados por el Señor, pero pese a las disciplinas que había recibido, estaba recio a abandonar esos malos caminos y vivir bajo la voluntad de su Creador. Ante este hecho, el Señor estaba consternado, y pidió al profeta Jeremías que preguntara a sus compatriotas: ¿El porqué seguían caminando en el camino de su auto destrucción?, ¿Por qué reúsan volver a los caminos trazados por Él? ¿Por qué se aferraban a sus mentiras y se negaban a volver? Estas mismas preguntas que hizo Dios en el pasado, se puede aplicar en el presente a la humanidad. Ya que la humanidad de hoy, al igual que el pueblo hebreo se niega a abandonar sus caminos de maldad y pecado.

El Señor afirmó al profeta Jeremías, que escuchaba atentamente las conversaciones de Israel, pero que no había escuchado ni una sola palabra de verdad. Que nadie del pueblo hebreo, estaba apenado por la terrible vida que llevaban. Que nadie se presentaba delante de Él, para buscar su perdón. Que más bien, todos corrían por el camino del pecado tan veloces como galopa un caballo a la batalla. A Israel, no le importaba que el Señor derramara nuevamente otro castigo por la clase de vida que llevaba, el prefería seguir satisfaciendo a los deseos de su carne. Dios mira con mucha atención los pasos de cada una de sus criaturas, Dios presta atención a cada una de las palabras que pronuncian, Dios muestra de esa forma su fidelidad por sus criaturas. El mundo no corresponde de la misma forma a la fidelidad de su Creador. Prefieren apartarse por completo de Dios y seguir su camino de perversidad y de pecado. El mundo no siente ningún remordimiento por ir en contra de las leyes Divinas

Queridos hermanos. Los científicos dicen que el hombre es el ser más inteligente de todos los seres vivos existentes en el planeta, ¿Esa aseveración por parte de los científicos será real? Si es real ¿Por qué los hombres no se vuelven a los caminos de su creador? En la palabra de Dios, afirma que los pajarillos cuando se desvían de su camino saben que deben volver a su nido y lo hacen. En cambio, el hombre a pesar de conocer la voluntad de su Creador, se niega rotundamente a volver al camino de la verdad y la vida, prefiere seguir el camino que le conduce a la condenación eterna. Amigo. El eterno Creador mira atentamente a todas las personas, porque los ama y desea que todos sean beneficiarios de sus bendiciones, pero el hombre, menosprecia el cuidado y la protección de Dios, por eso no anhela estar en su presencia y prefiere seguir bajo el dominio del pecado. Usted debe ser sabio como los pajarillos y volver a los caminos de su creador, y no insensato como la mayoría de los hombres que prefieren vivir separados de Dios.